Vera explicó que captó la imagen en los alrededores del Cementerio General de Recoleta, cuando todavía no se habían producido los disturbios que luego informaron las crónicas.

De acuerdo al relato del fotógrafo, la protagonista de la imagen venía caminando junto a un grupo, “cuando los fuerzas especiales empezaron a detener gente selectivamente”. Entonces “reaccionó y se puso delante del carabinero con la mirada desafiante”.







“Por los colores amaranto que llevaba ella y otros chicos con los que iba, pienso que debe pertenecer a la Jota», tal como se conoce a la Juventud Comunista del país trasandino. «Mi error fue no preguntarle el nombre, para no quedar como sapo, porque la situación era extrema”, concluyó el autor de la foto.