El presidente Mauricio Macri felicitó en la tarde de este domingo a Jair Bolsonaro, candidato del Partido Social Liberal (PSL), horas después de que se consagrara como presidente electo de Brasil en segunda vuelta, tras superar a Fernando Haddad, postulante del Partido de los Trabajadores (PT).

«Felicitaciones a Jair Bolsonaro por el triunfo en Brasil! Deseo que trabajemos pronto juntos por la relación entre nuestros países y el bienestar de argentinos y brasileros», escribió el jefe de Estado argentino horas después del cierre oficial de los comicios.

Los centros de votación del país vecino cerraron pasadas las 19 y se esperaban los resultados para las 22, pero la amplia diferencia de Bolsonaro, que conquistó el 56% de los sufragios, sobre Haddad, que obtuvo el 44%, precipitó los hechos. Minutos después de las 19, y con el 94% de las mesas escrutadas (gracias en parte al voto electrónico), el Tribunal Supremo Electoral de Brasil dio por ganador al postulante del PSL, que asumirá a partir del 1 de enero de 2019.

Macri-Bolsonaro, una alianza incómoda y efectiva Desde antes de la primera vuelta, en Cambiemos mantuvieron prudencia respecto al resultado en el país vecino. No querían repetir la gaffe de 2016, cuando apoyaron abiertamente a Hillary Clinton en Estados Unidos que terminó perdiendo frente a Donald Trump.

Sin embargo, los contactos avanzaron, con discreción, luego de los comicios del 7 de octubre: días después, Macri y Bolsonaro mantuvieron «una cordial conversación» telefónica «en el marco del actual proceso electoral de Brasil y la relación estratégica entre ambos países», según informaron desde el Gobierno argentino.

Desde Brasil, en cambio, Bolsonaro fue más expresivo: le mandó «un saludo a Macri, que terminó con la Dilma Kirchner». Así buscó comparar a las expresidentas de ambos países, investigadas en distintos casos de corrupción. Jair Bolsonaro: «Un saludo a Macri, que terminó con la Dilma Kirchner».

En la última semana, el sucesor de Michel Temer prometió que llevará adelante «una muy buena relación» y «óptima alianza» con Macri y la Argentina. Dueño de una retórica agresiva y virulenta que le valió las caracterizaciones de fascista, misógino y homofóbico, es el primer presidente electo que se declaró abiertamente de derecha, desde Fernando Collor de Mello (1989).