Gabriela Michetti convocó a una sesión especial para el miércoles a las 14 con el presupuesto como tema principal, pero sin los dictámenes del Fondo Federal Sojero, que un grupo de gobernadores peronistas le exigió a Miguel Pichetto eliminar.

Para evitarlo, la vicepresidenta no llamó a reunión ordinaria sino especial, un artilugio para restringir el temario a proyectos específicos, que deben enumerarse en la convocatoria.

Además del presupuesto, incluyó la adenda al pacto fiscal, el aumento de bienes personales, la actualización de los balances de las empresas para pagar Ganancias, un resarcimiento a cooperativas de crédito, el monotributo social a cañeros, un proyecto de Carlos Caserio para reincorporar trabajadores de Villa María y la autorización al presidente para salir del país.

Con esta maniobra, Michetti se aseguró que el Fondo Sojero no se debata junto al presupuesto, pero no podría evitar que llegue al recinto si la oposición se une. Pichetto es su aliado.

No sumó los dictámenes a favor y en contra del fondo sojero, despachados en la bicameral de trámite legislativo, que tenían preferencias para ser tratados por pedido del formoseño José Mayans.

Si la sesión era ordinaria, debían debatirse y arriesgar al Gobierno a una peligrosa derrota, porque si las dos Cámaras del Congreso eliminan el Fondo el año que viene Macri debería redistribuir en las provincias una cifra superior a 100 mil millones de pesos.

El martes, durante la visita de Rogelio Frigerio, Mayans anticipó que dará pelea. Recordó que en la sesión preparatoria se acordó, «por dos tercios», que haya sesiones especiales martes y miércoles. Y por lo tanto se podía sentar y aprobar los temas pendientes.

Su idea es exigirlo en el debate de labor parlamentaria, una reunión previa a cada sesión para definir la hora de ruta, que Michetti podría obviar sin problemas. Con el aporte de más de una decena de justicialistas y aliados de otros bloques el presupuesto no debería correr riesgo de aprobarse.

Pero antes los justicialistas deberán sacarse chispas en una reunión de bloque que Miguel Pichetto, convertido en el mejor aliado de Michetti, siempre convoca las semanas de sesión.

Mayans volverá a desafiarlo. «Va a tener que explicarnos por qué no quiere tratar el fondo sojero y girarle 100 mil millones a más de 2000 municipios», anticipó el martes, antes de abandonar la comisión.

Una alternativa para el formoseño es llamar a una sesión especial con el FFS como único tema de agenda y exponer a sus pares que no se atrevan a pisar el recinto.

No son muchos: Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Juan Schiaretti (Córdoba), fueron los únicos que no se sumaron a la embestida para recuperar fondos de la soja, pero sus representantes sumados a Cambiemos tal vez puedan complicar el quórum. No evitarán el costo político, justo cuando empieza el año electoral.

Que Michetti haya incluido en el temario la habilitación del presidente para salir del país confirma que no descarta cerrar el recinto hasta marzo, aun cuando el peronismo milita para aprobar su agenda de transparencia, que incluye la ley de financiamiento político y la de gestión de intereses, o «lobbys».

Este jueves, los asesores del peronista Dalmacio Mera, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y cercano a Pichetto, seguían peregrinando por los despachos buscando firmas para un dictamen de la reforma política, pero muchos senadores ya no estaban.

Con la reunión de comisión en cuarto intermedio, puede seguir intentándolo hasta el miércoles, si pretende llegar al miércoles 21 con los dictámenes habilitados para aprobarlos. En Cambiemos no parecen tan apurados.