Personal de la policía provincial detuvo esta tarde a un trabajador de la empresa Ersa y a otro hombre, quien adquiría ese combustible y lo revendía. Investigan si hay más participantes en el entramado.

Las sospechas comenzaron luego de la denuncia del gerente de Ersa Urbano, quien dejó sentado que detectó en varias oportunidades consumo excesivo de los colectivos de la empresa.

Luego de eso, un patrullero que transitaba durante la madrugada de este jueves por la avenida Mosconi de Barranqueras, notó una unidad de Ersa estacionada en una zona oscura y cerca estaba un hombre con bidones y mangueras, según expresaron fuentes policiales.

Tras esa situación, el chofer del colectivo, de 35 años, emprendió camino hacia la terminal de la firma, ubicada en Soberanía Nacional y calle 24. Hasta allí lo siguieron efectivos y lo demoraron.

Por su parte, el hombre que había sido visto con elementos de almacenamiento de líquido, también fue identificado y expresó que había arreglado con el chofer la venta del combustible perteneciente a la unidad de la Línea 106, por lo que también quedó demorado.

Este último implicado, de 28 años, tenía en total cuatro bidones y cuatro trozos de manguera y contó que compraba el combustible al chofer y luego lo revendía.