La expectativa era muy alta, y las cifras, al menos dentro de los Estados Unidos, resultaron lógicas para el regreso de Game of Thrones con el estreno del primer capítulo de la última temporada.

Sólo en su país de origen, el episodio Winterfell fue visto por 17,4 millones de personas en el día del estreno. Esa cifra se distribuye en todas las plataformas en las que HBO lo ofreció (el servicio premium de cable, HBO GO y HBO NOW).

Unos 11,8 millones lo vieron de la forma clásica, en sus televisores de la mano del servicio de cable (en Estados Unidos, a diferencia de en Argentina, HBO no emitió el episodio para aquellos que no estaban suscriptos a su paquete).

Lo importante es que 5,6 millones de personas lo vieron a través del servicio de streaming. Tomando en cuenta eso, solo la cifra del domingo a la noche implicó para HBO NOW una suba del 50% en comparación al final de la temporada 7, y casi un 100% de incremento comparado con el inicio de la temporada pasada.

Otro dato importante es que estas cifras tienden a duplicarse con el paso de los días, con lo cual se estima que Winterfell terminará por tener alrededor de 35 millones de espectadores (algunos, claro, la verán más de una vez).

El historial de rating promedio por episodio de la serie es el siguiente: Temporada 7: 32,8 millones Temporada 6: 25,7 millones Temporada 5: 20,2 millones Temporada 4: 19,1 millones Temporada 3: 14,4 millones Temporada 2: 11,6 millones Temporada 1: 9,3 millones Como puede verse, se trata de un éxito que se potencia a sí mismo.

La pregunta que resta es cuál sería el rating de Winterfell si en el capítulo hubiera pasado algo más allá de dos personas volando a bordo de dragones. Porque, seamos sinceros, a nivel trama no pasó prácticamente nada.