PRONÓSTICO EXTENDIDO

Cumbre del G-20: EE.UU. y China ratifican el pacto contra el cambio climático

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Los presidentes Barack Obama y Xi Jinping confirmaron así su compromiso con el Acuerdo de París, firmado en diciembre. 

Los presidentes de Estados Unidos y China, los dos países que más contaminan en el planeta, ratificaron este sábado el Acuerdo de París contra el cambio climático, en un acto en la ciudad china de Hangzhou, en presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. El anuncio podría acelerar la entrada en vigor del pacto, considerado un paso clave a nivel internacional.







«Creo que al final se demostrará que ese fue un punto de inflexión para nuestro planeta», dijo el mandatario estadounidense, Barack Obama, en referencia al acuerdo de diciembre pasado, que calificó como «el momento en el que decidimos salvar el planeta».

Y agregó: «Cuando hay voluntad y ambición, y cuando hay países como China y Estados Unidos listos para mostrar liderazgo y predicar con el ejemplo, es posible crear un mundo más próspero».

En una ceremonia con su homólogo Xi Jinping en la ciudad donde se celebra la cumbre de G20, ambos líderes entregaron al secretario general de la ONU los documentos que oficializan la ratificación.

Para que el Acuerdo de París entre en vigor se necesita que al menos 55 países que sumen en total el 55% de las emisiones contaminantes globales completen el proceso de ratificación.

China y Estados Unidos suman cerca del 40% de las emisiones globales, con lo que su ratificación del pacto ayudará a estar más cerca de que se convierta en vinculante.

Así lo destacó en una conferencia telefónica con periodistas el principal asesor sobre cambio climático de Obama, Brian Deese, quien añadió que Beijing y Washington han demostrado que «juntos» pueden ayudar al resto del mundo a avanzar para frenar el calentamiento global.

Según el asesor de Obama, más de 55 países han expresado públicamente el compromiso de ratificar el acuerdo antes de que termine el año y una veintena de ellos ya se han unido formalmente a él. Pero hasta ahora han sido en su mayoría pequeños países insulares, que no representan una parte significativa de las emisiones contaminantes.

Entre los que están ultimando el proceso de ratificación se encuentran Argentina, Brasil, Corea del Sur y Japón, detalló Deese.

Horas antes del anuncio conjunto, la Asamblea Nacional Popular (el Parlamento chino) había ratificado el acuerdo, destinado a sustituir en 2020 al Protocolo de Kyoto y que tiene como objetivo mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 grados con respecto a los niveles preindustriales.







La asociación contra el cambio climático ha sido el punto de mayor consenso entre Estados Unidos y China en los últimos años, y hoy Obama y Xi reafirmaron su compromiso conjunto en otros asuntos relacionados con el clima.

Así, ambos se han comprometido a trabajar juntos para sacar adelante este año una enmienda al protocolo para proteger la capa de ozono aprobado en Montreal en 1987, con el fin de incluir más medidas contra los hidrofluorocarbonos (HFC), un gas de efecto invernadero que se usa en frigoríficos y aires acondicionados.

Aprobar esa enmienda puede llevar a evitar hasta 0,5 grados Celsius en el nivel de calentamiento global hasta finales de siglo, según los expertos.

Por otro lado, Obama y Xi esperan que la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) apruebe, en su asamblea de este mes, el estándar de reducción de emisiones para los aviones comerciales acordado en febrero pasado, con el objetivo de que EE.UU. y China estén entre los primeros países en adoptarlo.








«Pese a nuestras diferencias en otros temas, esperamos que nuestro objetivo de trabajar juntos en éste (la lucha contra el calentamiento global) inspire al mundo», enfatizó hoy Obama.

China es el país que más invierte en energía solar pero al mismo tiempo las autoridades siguen aprobando la construcción de centrales de carbón (al menos 150 nuevos proyectos en 2015).

Entre 2004 y 2014, China dobló su consumo de carbón, que alimenta su persistente problema de contaminación.

Fuente: agencias