PRONÓSTICO EXTENDIDO

Arde «Juntos por el Cambio» por el apoyo del gobernador radical Gerardo Morales al Impuesto a la riqueza

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Dos diputados que responden a Gerardo Morales apoyaron la madruada de este miercoles, el prooyecto de impuesto a la riqueza que impulsaba Máximo Kirchner, en una jugada que si bien no causó sorpresa sí provocó malestar y algunas broncas en el bloque de Cambiemos.

El gobernador radical Jujeño aportó los votos de Gabriela Burgos y Jorge Rizzotti para aprobar el aporte solidario, que sólo obtuvo cuatro votos más que la mayoría simple. Burgos y Rizzotti ya habían respaldado el presupuesto, al igual que su coterráneo Osmar Monaldi (PRO).

Fuentes del interbloque revelaron a este medio que la bronca mayor la masticaron en el ala dura del PRO, donde por lo bajo hubo reproches para el gobernador de Jujuy. En el ala moderada del partido amarillo hubo una mirada más contemplativa, asociada a necesidades de gestión de Morales. Nadie salió a criticarlo públicamente, salvo la ex senadora Marta Varela que se despachó por Twitter.

En el radicalismo estaban avisados de la jugada de Morales y no hubo mayores quejas. En el partido entienden que tanto el jujeño como el mendocino Rodolfo Suárez y el correntino Gustavo Valdés necesitan una relación aceitada con Nación, aunque hubo algún reproche porque no se trataba de un proyecto del Ejecutivo ni clave para la gestión. También le recordaron que lo recaudado no es coparticipable.

Cerca de Morales repiten que desde un primer momento se mostró a favor del impuesto a la riqueza y que eso hasta le valió alguna crítica de la conducción nacional de Cambiemos.

Esa postura fue personal, por lo que sus diputados no estuvieron muy cómodos con tener que votar a favor.

Morales tiene una relación bastante aceitada con Alberto Fernández y durante el peor momento de la pandemia tuvo que recurrir a Nación de manera urgente para salir del colapso sanitario.

Desde un primer momento, además, su amistad con el presidente es una especie de muro de contención para frenar las avanzadas del kirchnerismo duro, que lo tiene en la mira por la detención de Milagro Sala. 

El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdes

En el radicalismo sostienen que la actitud de Morales es muy diferente a la de sus colegas radicales por diferentes razones. La principal es que el jujeño no tiene un padrino político fuerte que lo condicione como Suárez con Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés con Ricardo Colombi.

En el mendocino ya se excusó ante la Rosada en otras oportunidades por la sombra de su antecesor. En un caso por las aperturas de la cuarentena y la presión por desligarse de la estrategia de Nación que ejercía Cornejo. En otro caso por no poder aportar los votos de los diputados de la UCR de Mendoza porque todos responden al ex gobernador.

En el caso de Valdés ese condicionante quedó de manifiesto en la votación del Presupuesto. El correntino aportó dos votos para la aprobación, los de Sofía Brambilla e Ingrid Jetter.

Ambas son del PRO, pero le responden. En cambio, el gobernador se enojó con Estela Regidor y Jorge Vara (ambos de la UCR) porque les pidió votar a favor y lo rechazaron.

Regidor y Vara responden al ex gobernador Colombi, quien admitió que le pidió votar en contra.

Colombi pretende volver a la gobernación y mantiene una interna fuerte con Valdés, que pretende ir por la reelección.

Corrientes tiene elecciones el año próximo y Valdés no tiene demasiado margen ante su electorado para apoyar al gobierno nacional.

Esa es otra gran diferencia con Morales, que en 2023 ya no podrá reelegir.