PRONÓSTICO EXTENDIDO

Demostrada la eficacia de una combinación en un tipo de cáncer de mama muy común

Compartir en mis redes:

Cada año se diagnostican en nuestro país más de 25.000 nuevos de cáncer de mama, el tipo de tumor más prevalente y mortal entre las mujeres de todo el mundo. Un tipo de cáncer cuyo desarrollo, además de por distintos factores ambientales –caso, entre otros, de la dieta y el hábito tabáquico–, viene condicionado por los genes.







De hecho, hasta un 35% de todos los casos de cáncer de mama presentan una mutación en el gen ‘PIK3CA’ en el momento del diagnóstico.

Es más; un gran número de tumores también acaban desarrollando la mutación tras ser sometidos a los tratamientos convencionales. De ahí la importancia de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Duke en Durham (EE.UU.), en el que se muestra la eficacia de una nueva combinación farmacológica a la hora de inducir la muerte de las células del cáncer de mama portadoras de la mutación en el gen ‘PIK3CA’.

Como explica Kris C. Wood, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Science Translational Medicine», «nuestro trabajo aúna diferentes estudios desarrollados no solo para describir el mecanismo de acción de esta combinación terapéutica, sino también para explorar su actividad en modelos tanto animales como celulares.

Y de acuerdo con los resultados preliminares, este tratamiento puede suponer una estrategia segura y efectiva para las pacientes con cáncer de mama que portan esta mutación».

Combinación ‘letal’

El gen ‘PIK3CA’ codifica la proteína fosfoinositol 3-quinasa (PIK3), responsable directa de la vía de la mTOR –siglas en inglés de ‘diana de rapamicina en células de mamífero’– proteína presente en las células animales de todos los mamíferos que cumple funciones vitales para el organismo, caso de la regulación del crecimiento, proliferación y muerte celular.

El problema es que la actividad de esta proteína mTOR se encuentra incrementada en algunos tipos de cáncer –entre otros, el de mama–, por lo que se presenta como una diana terapéutica para distintos tratamientos. De hecho, a día de hoy ya ha fármacos disponibles para inhibir tanto PIK3 –lo que evitaría la activación de la vía de mTOR– como de mTOR.

 Entonces, ¿qué ocurre cuando el cáncer de mama con una mutación en el gen ‘PIK3CA’ es tratado con inhibidores de PIK3 o de mTOR? Pues nada. Y es que si bien la razón aún permanece desconocida, numerosos estudios han constatado que los fármacos con actividad específica sobre estas proteínas no inducen ningún efecto en los tumores de mama con la mutación en el gen ‘PIK3CA’.

Este tratamiento puede suponer una estrategia segura y efectiva para las pacientes con cáncer de mama que portan esta mutaciónKris Wood.

En el nuevo estudio, los autores utilizaron un modelo animal –ratones– con cáncer de mama con la mutación al que administraron la molécula ABT-737, fármaco experimental con capacidad para inhibir una vía celular implicada en la apoptosis –o ‘muerte programada’– celular. Y tal y como cabría esperar, el efecto del tratamiento fue mínimo, cuando no nulo, por lo que las células tumorales siguieron reproduciéndose y proliferando.

En segundo lugar, y dado que no fueron capaces de activar la muerte celular con ABT-737, los autores trataron de inhibir el crecimiento de las células tumorales con la administración de un inhibidor de mTOR. Y una vez más, los resultados distaron mucho de poder ser calificados como satisfactorios.

Y llegados a este punto, ¿qué sucede cuando se combinan los tratamientos para inducir la apoptosis e inhibir la proliferación celular? O lo que es lo mismo, ¿qué ocurre cuando ABT-737 se administra junto con un inhibidor de mTOR? Pues según los resultados, que la combinación resulta letal para las células del cáncer de mama con mutación en el gen ‘PIK3CA’, lo que conlleva que una gran mayoría de estas células acaben muriendo.







Es más; la eficacia de la combinación fue finalmente evaluada en cultivos con células de cáncer de mama humanas portadoras de la mutación, observándose un efecto similar al logrado en los modelos animales.

Menos efectos secundarios

Lógicamente, los resultados se han obtenido en modelos animales y en cultivos celulares, por lo que primero deberán realizarse más estudios para comprobar la viabilidad de la combinación en seres humanos. De hecho, los autores ya están diseñando los ensayos clínicos para la necesaria evaluación de la eficacia y seguridad del tratamiento.

Y en este contexto, como concluye Grace R. Anderson, directora de la investigación, «uno de los resultados destacables de nuestro estudio es que podemos utilizar dosis muy bajas de ambos fármacos para lograr unos resultados consistentes. Un aspecto importante dado que, con unas dosis tan bajas, los efectos secundarios pueden ser minimizados».