Por la novena fecha de la categoría C del Torneo Integración Chaqueña de Básquet (TICHB), se enfrentaron La Juve contra San Francisco, en un partido que pasará a la historia de este torneo, por ser el primero que fue dirigido por dos árbitros mujeres: Mariela Galarza y Nadia Sosa.

Mariela Galarza es árbitro desde 2017, iniciándose en el torneo asociativo del Sudoeste, y desde mayo de ese año, también dirige a nivel federativo, llegando a dirigir hasta playoffs de la primera femenino y un regional de clubes.

En marzo de 2018, debutó en la Asociación de Resistencia, donde se desempeña hasta la actualidad, siendo también árbitro en la Federación Chaqueña, en el AMBACH y en el TICHB.

Ella afirmó que “al principio, los jugadores se inhibían con la presencia de jueces femeninas, pero actualmente se normalizo e igualó el trato y comunicación con ambos tipos de jueces”.

Sobre su participación en el TICHB, nos dijo que “me siento muy bien. El nivel de juego es bastante exigente, y eso me motiva a seguir participando en este torneo. Si bien hay errores personales que generan algún reclamo, siempre se da en el marco del respeto, por lo que es aceptable y, por supuesto, un punto de partida para mejorar el trabajo”.

Por su parte, Nadia Sosa comenzó a dirigir en el año 2018, y actualmente lo hace en el Torneo Asociativo, Provincial de Formativas (masculino y femenino), AMBACH y TICHB.

Con respecto a la evolución de la participación de árbitros femeninos en competencias masculinas, afirmó que “es cada vez más notoria”.

“Hace dos años, dirigieron tres árbitros femeninos en Liga Nacional, siendo la mayor competencia a nivel país y con la incorporación del tercer juez en Liga Argentina (segunda competencia del país) también se brindó una oportunidad para demostrar que hay mujeres capacitadas para participar en condiciones de alto nivel”, agregó.

“A nivel personal, tuve la posibilidad de dirigir tres Top 4 provincial, en mi primer año y espero continuar con mi crecimiento para poder llegar a mi máximo nivel”.

Sobre su rol en el TICHB, expresó “al principio me costó adaptarme al torneo por el nivel que posee y creo que también a los equipos les resultó un poco difícil tener a un árbitro mujer, por el hecho de que en Resistencia no se contaba con presencia femenina dentro del plantel de árbitros. Pero actualmente me siento cómoda gracias al acompañamiento, apoyo y respeto de mis compañeros, los encargados de organizar la competencia y de los mismos jugadores”.