PRONÓSTICO EXTENDIDO

El Ministerio de Salud Pública brindó una serie de consejos a tener en cuenta para proteger a los niños al realizar actividades en piscinas

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Siempre debe haber un adulto controlando. Se desaconseja el uso de juguetes e inflables. Se recuerda que el agua es también una fuente de contagio de infecciones.

El Ministerio de Salud Pública brindó una serie de consejos a tener en cuenta al momento de realizar actividades en las piscinas o ríos para que los niños y niñas puedan disfrutar el verano de forma saludable y sin riesgos. El agua también puede ser una fuente de contagio de infecciones, por lo que se recomiendan ciertos cuidados personales.

“Lo más importante es el control constante de los adultos porque la mayoría de los accidentes en las piletas se producen cuando se transfiere la responsabilidad del cuidado a otras personas, en especial a otros menores –que pueden ser los hermanos o primos-”, señaló en primer lugar el director de Maternidad e Infancia, Gabriel Lezcano.

La supervisión es una medida clave, ya que los más chicos pueden ahogarse en poca agua y en pocos minutos, por ello nunca pueden permanecer solos en grandes o pequeñas masas de agua sin la supervisión de un adulto. Los niños con necesidades especiales tienen un riesgo cuatro veces mayor de sufrir ahogamientos.

Otra de las premisas básicas, es evitar que los chicos y chicas jueguen o se sumerjan en aguas no autorizadas o desconocidas, siempre debe optarse por piscinas o balnearios seguros. Así como también hay que enseñarles a respetar las señales de peligro y reglas de seguridad y reforzarlas cada vez que entren al agua.

“No empujar a otros al agua, no jugar en los bordes, no arrojarse de cabeza, no tirarse con colchonetas de agua o elementos inflables y pedir auxilio en caso de accidente son algunas de las recomendaciones que debemos repetirles a los niños al momento de bañarse”, destacó el especialista. Además, se desaconseja usar juguetes inflables o colchonetas de agua como salvavidas.

Hay que recordar también, que las orillas, trampolines, toboganes y escaleras de las piscinas pueden ser muy resbaladizos en caso de estar mojados, por eso es conveniente insistirles que deben caminar con cuidado y llevar puestos los calzados.

 Prevenir infecciones

El funcionario explicó que las enfermedades infecciosas son de fácil contagio en el agua, y más aún en las piletas. Entre las enfermedades más comunes se encuentran la otitis, la conjuntivitis, los piojos, diarreas, problemas dermatológicos, pie de atleta y hongos en manos y pies. En este sentido, recomendó:

  • Agregar diariamente cloro al agua de la pileta, que favorece la destrucción de gérmenes que ocasionan infecciones.
  • Evitar tragar agua.
  • No abrir los ojos debajo del agua ya que puede causar conjuntivitis química o infecciosa.
  • Evitar bañarse si se tiene diarrea, especialmente los más pequeños.
  • Lavarse bien las manos con agua y jabón después de ir al baño.
  • Para evitar infecciones en los oídos hay que secarlos bien después del baño. Se puede usar una toalla de manera suave y se aconseja inclinar la cabeza hacia los lados para que los oídos queden en posición que permita que el agua salga. En el mercado existen tapones oticos para tal fin.
  • Si se tiene conjuntivitis, es decir, inflamación o ardor en los ojos, no bañarse en piletas ni compartir toallas.
  • Ante la presencia de piojos se debe evitar meterse en la pileta hasta su erradicación, con peine fino y piojicidas. Se recomienda a las personas que lleven gorra de natación y el pelo atado.

 Evitar accidentes

En caso de que el lugar de donde juegan los niños cuente con una pileta o piscina, esta debe estar cubierta con una red rígida o malla metálica a fin de prevenir accidentes, como caídas en aguas profundas. “Ante todo, la prevención a través de la supervisión continua, es la mejor manera de pasar las mejores vacaciones de verano”, concluyó.