El equipo de Diego Placente estuvo 0-1 y 2-3 en el marcador, pero gracias a su fútbol y los goles de Ruberto -goleador del certamen con 7 tantos- llevó la definición a los 12 pasos. Más allá de la derrota ante los europeos, todavía le queda jugar por subirse al podio en la Copa del Mundo en Indonesia.

En este contexto, los dirigidos por Diego Placente irán en busca del tercer puesto el viernes 1 de diciembre ante Francia o Malí.

Argentina marcó la cancha a los 20 segundos, momento en el que el Diablito Echeverri encaró, quedó mano a mano con Heide y lo eludió, pero no remató correctamente.

Aunque posteriormente los dirigidos por Diego Placente mantuvieron la superioridad y llegaron varias veces, tuvieron dificultades para plasmar el claro dominio en el marcador. En consecuencia, sufrieron a Paris Brunner, que de contra anotó a los 8′ el primer gol para Alemania.

Afortunadamente, Argentina superó el mal trago rápidamente y nunca se fue del partido: en un lapso de pocos minutos, Gustavo Albarracín se perdió el empate de frente al arco, el Diablito intentó meter un gol olímpico y hubo un remate desviado de Agustín Ruberto. Por lo tanto, el resultado era más que engañoso porque Alemania solo se limitó a defender y esperar alguna contra mientras que la albiceleste marcaba el ritmo.

Sobre el final del primer tiempo, más precisamente a los 35 minutos, Argentina validó su jerarquía con un golazo de Ruberto que, tras un centro de Dylan Gorosito, puso el 1 a 1 frente Alemania. Con un empate más que merecido, la albiceleste siguió fiel a sus libros hasta que, nuevamente, el goleador puso el doblete y dio vuelta el resultado con un gran remate de zurda al ángulo. De esta manera, el combinado nacional se retiró de la cancha con un triunfo parcial.

Ya en la segunda y última parte del encuentro Argentina fue de mayor a menor. Durante los primeros minutos mantuvo su superioridad e intentó convertir el tercero, pero otro gol de Brunner a los 57′ complicó el panorama.

Como si fuera poco, a los 67′ apareció Max Moerstedt con un cabezazo letal que dio vuelta el partido: en tan solo 10 minutos, Alemania pasó de perder 2 a 1 a ganar 3 a 2.

Con varios cambios en el equipo, Argentina perdió la superioridad que mantuvo durante los primeros 45′. De hecho, Alemania tuvo el cuarto con Brunner, pero fue anulado por posición adelantada.

Con un contexto adverso, Argentina no bajó los brazos, luchó hasta el final y tuvo una merecida recompensa. Faltando segundos para que el árbitro finalizara el encuentro, Ruberto marcó el tercero, selló el empate y permitió que el equipo llegue hasta los penales, instancia donde el combinado nacional perdió 4 a 2.