El submarino ARA Santa Cruz informo una avería. La entonces Ministra de Defensa Nilda Garré se enteró y no lo dejó seguir. Ademas ordeno inmediatamente su evacuación sin dudarlo. Fue en el año 2008. En el Ministerio de Defensa creen que si Aguad sabía el desperfecto en las baterías paraba el ARA San Juan, pero la Armada no se lo comunico.
En 2008 el submarino ARA Santa Cruz registró una falla técnica cuando se dirigía a Chile y debió detenerse en Ushuaia, donde la tripulación fue rescatada y la nave fue enviada a reparar a la empresa Tandanor.
Según el relato que se pudo reconstruir tampoco le fue tan fácil, porque las autoridades militares suelen retacear información.
Tal es así que recién con la nave en el agua Garré recibió informes sobre posibles problemas de mantenimiento, siguió su trayecto en tiempo real y pronto le informaron una «avería».
De inmediato le ordenó al jefe de la Armada Jorge Godoy detener el Ara Santa Cruz en Ushuaia, envió peritos propios y suspendió el viaje que emprendía a Valparaiso.
«Suele pasar, por la presión de los contralmirantes, que los capitanes de navío salen sin estar en perfectas condiciones. Un piloto comercial, por ejemplo, jamás sale sin estar seguro», admiten en Defensa.
«La nave se está preparando para participar de una actividad internacional con la Armada de Chile. Estaba realizando un patrullado y tuvo que suspenderlo para ingresar a puerto», informó en ese entonces a los medios fueguinos el comandante del Área Naval Austral, contraalmirante Daniel Martín.
La comparación con el submarino extraviado en el golfo San Jorge son inevitables. «Si Oscar Aguad hubiera sabido de fallas en las baterías, lo paraba y salvaba los tripulantes, porque ningún ministro arriesga vidas si no está en un operativo de guerra», coincidían en Defensa.
Las contradicciones de la Armada respecto a las comunicaciones del Ara San Juan fueron elocuentes y serían motivo de sumarios internos.
El capitán de navío Gabriel Galeazzi, comandante de la agrupación de buques oceanográficos, dijo que el comandante del submarino informó el miércoles 15 un cortocircuito en las baterías «y por eso se les hizo cambiar de rumbo».
Pronto el vocero de la armada, Enrique Balbi, negó esa comunicación, que los expertos en Defensa consideran crucial: si existió ese reporte, Aguad debería ser el primero conocerlo y ni sus peores enemigos lo imaginan autorizando el desvío del submarino a Mar del Plata.
Fue en ese trayecto cuando se extravió para siempre. Esta mañana la Armada registró una explosión y en Defensa creen que habrían estallados las baterías en la profundidad.
Suponen además que el submarino estaba realizando tareas de entrenamiento y por eso llevaba entre sus 44 tripulantes había 8 buzos tácticos, encargados de «ambientar» a los practicantes a permanecer sumergidos mucho tiempo respirando hidrógeno. Un trabajo que nunca concluyó.