La diputada contó que cuando el Gobierno barajó la posibilidad de sacar la reforma jubilatoria por DNU, imaginó una situación similar al 2001. Además, adelantó que el futuro podría encontrarla alejada de Cambiemos si continúan las relaciones con Angelici.
Después de la sanción de la polémica reforma previsional que aprobó Diputados el pasado lunes en medio de una feroz represión, Elisa Carrió, fundadora y legisladora de Cambiemos, se mostró conforme con la ley, aseguró que «es la mejor que pueden tener los jubilados» y reveló que fue ella quien ideó la aplicación de un bono compensatorio para los haberes menores a $10 mil.
Además, contó que por un momento sintió que se estaba volviendo al 2001 y apuntó contra Rogelio Frigerio por el acuerdo con los gobernadores.
La diputada de Cambiemos argumentó que «la formula de actualización es la mejor que pueden tener los jubilados, nunca pierden contra la inflación; es más, casi seguro ganan, porque capitalizan después de la inflación de tres meses.
El problema era el ensamble, que se va a compensar a los que cobran hasta $ 10.000 con ese bono que propusimos. ¿Hubo cierta injusticia en el empalme? Sí. ¿Se compensó en parte con el bono? Sí. ¿Se compensó todo? No, pero se va a compensar en el futuro como sistema».
Carrió reveló que el jueves 14, cuando la sesión fracasó, fue ella quien ideó el bono compensatorio al que después se plegó todo el Gobierno para llegar al acuerdo que permitió la sanción de la ley: «No estaba la posibilidad del bono, la invente ahí, en la sesión del jueves, como una manera de destrabar. Se estaba hablando, pero yo dije que el bono estaba, fue un acuerdo de todo Cambiemos…, bueno, no recuerdo si fue de todo Cambiemos, bah, el lunes sí fue de todo Cambiemos (risas). Yo tenía que salvar al Parlamento, salvar una sesión, salvar la ley, cubrir al Presidente y no traicionar a los jubilados», le dijo a La Nación.
Ese día, cuando se barajó la posibilidad de sacar la reforma previsional por Decreto de Necesidad y Urgencia, eludiendo la instancia del Congreso de la Nación, desde el Ejecutivo llamaron a Carrió «y les dije que bajo ningún concepto podrían hacerlo, y ahí me prefigure clarísima la imagen de De la Rúa con el estado de sitio. Teníamos que hacer funcionar el Parlamento, y el DNU era una derrota del Parlamento y la democracia».
La titular de la Coalición Cívica también apuntó contra el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y las negociaciones que hizo con los gobernadores para sacar la ley y aseguró que cuando el funcionario trabaja, los acuerdos se concretan. «Cambiemos se hace cargo de la fuerza de Cambiemos, de las alianzas con las fuerzas no ligadas a los gobernadores.
De lo que no se puede hace cargo es de las negociaciones que hace Frigerio con cada gobernador. Pero el lunes funcionó, porque ese día a Frigerio lo vi hasta las 5 de la mañana (risas); cuando se trabajó, funcionó, estaban todos», bromeó.
Finalmente, la figura que juega como referente de Cambiemos en la lucha contra la corrupción se refirió a los casos que golpean de cerca al Presidente, como el de su primo Ángelo Calcaterra, quien está acusado por el pago de coimas para el soterramiento del tren Sarmiento. Al respecto, Carrió adelantó que «Calcaterra seguramente va a ir preso, pero no lo afecta al Presidente.
Que lo haga en lo personal no quiere decir que él vaya a impedirlo». Sin embargo, manifestó preocupación por «algunos amigos explícitos (de Macri) que están en el juego, en el fútbol, en la política. Me aleja mucho de Cambiemos el acuerdo en la Capital entre Coti Nosiglia y Angelici. Si la sociedad se inclina por un Cambiemos más ligado al fútbol, a los negocios, a las viejas tradiciones políticas, seguramente nosotros no tenemos más nada que hacer. Y esa es una definición de 2018, no llego al 2019 sin definiciones claras en esta materia».