El jefe de Gabinete sostuvo que «es un tema del Parlamento», y desde Casa Rosada anticipan que se dará «libertad de acción» a los legisladores.
Días después de la movilización de pañuelos verdes para pedir la legalización del aborto frente al Congreso, el Gobierno nacional dio señales de que está dispuesto a debatir el tema, a pesar de que diversas figuras del Gabinete se expresaron en contra de la medida.
Luego de años en los que los proyectos para legalizar el aborto voluntario no pasaban las comisiones para ser tratados en el recinto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, indicó a los legisladores de Cambiemos que el Gobierno «no va a obstaculizar» la discusión.
Esta táctica fue abordada en casa rosada en un reunión que mantuvo Peña con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y con las autoridades de las bancadas de Pro, la UCR y la Coalición Cívica.
«Es un tema del Parlamento», había dicho el jefe de Gabinete, según indica el diario La Nación, lo que fue interpretado como una señal de «libertad de acción» para los diputados presentes en el encuentro.
El proyecto en cuestión, que es presentado cada dos años por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, será presentado de nuevo el próximo 6 de marzo. Un sector pretende, incluso, tratarlo sobre tablas el 8 de marzo, día del paro internacional de mujeres.
En el Senado la historia es distinta, allí existe una postura firme en contra de la legalización del aborto por parte de la mayoría de los legisladores de distintos bloques.
¿Y por qué ahora sí hay lugar para debatir el aborto? Hay varios escenarios de interpretación. Uno es el social. Hay un reclamo creciente para que el Congreso se anime al menos a mencionar el tema en una de sus sesiones. Esta semana se encendió una señal verde cuando un mar de pañuelos inundaron la Ciudad, primero con una marcha y luego durante la protesta de los gremios contra el Gobierno.
La otra pata, lógica, es la política. ¿Y qué pasa si Macri se gana un lugar en los libros de historia como el Presidente que impulsó la despenalización del aborto? Este análisis es más propio de Durán Barba que del líder del PRO, pero el pragmatismo no hay que descartarlo.
Hay un antecedente que el jefe de Estado podría estar imitando. El ex presidente Néstor Kirchner se mostró durante años reticente a discutir el matrimonio igualitario, pero cuando las encuestas y la presión social le demostraron la importancia del tema, bajó la cabeza y levantó su mano como diputado en el Congreso Nacional.
¿O habrá sido la foto de Máximo Kirchner con el pañuelo verde la que impulsó a algún asesor a advertirle al jefe de Estado sobre la imagen que estaba dando el Gobierno con su postura sobre el tema?
El debate en el Congreso asoma apasionante. En principio, el panorama es complejo y hoy pareciera que es difícil unificar un proyecto y luego lograr la cantidad de votos necesarios para transformarlo en ley. Pero en la política, lo que hoy es negro mañana puede ser blanco. Macri lo sabe.