En medio de la escalda entre el Gobierno nacional y el papa Francisco, la Iglesia católica argentina puso en marcha una campaña contra la ley de despenalización del aborto.
Las tensiones entre Mauricio Macri y Jorge Bergoglio no son nuevas.
A pesar de los amables gestos protocolares, como la carta que le envió el mandatario argentino a su par vaticano por los cinco años de su papado, siguen los cruces y tiros por elevación.
Además del aborto, hay otros temas en disputa: la pobreza, la trata, el narcotráfico, el trabajo esclavo, los jubilados, el medio ambiente, el capitalismo salvaje.
En la curia local creen que el impulso de Macri al debate por el aborto fue una respuesta a la masiva movilización opositora que organizó Camioneros el 21F en la 9 de Julio, que luego derivó en la creación de la Corriente Federal, Sindica y Popular.
En la Casa Rosada consideran que la alianza entre los Moyano y el Papa vía Gustavo Vera es un manotazo de ahogado.
Sin embargo, mientras los camioneros acumulan problemas judiciales, el Papa les bendice camisetas.