El Índice de precios al consumidor (IPC) registró en febrero un incremento de 2,4% a nivel nacional, impulsado por la suba de las tarifas de los servicios públicos, los alimentos y el transporte.
En ese marco, un informe de la Universidad de Avellaneda (Undav) sostiene que la inflación en Argentina es la sexta más grande del mundo y la segunda de la región.
«En la comparativa agregada, Argentina se posiciona en la sexta posición global. Es dable señalar que las primeras cinco posiciones están ocupadas por países con una gran inestabilidad macroeconómico y/o institucional», remarca el estudio privado.
Agrega que en el plano regional, Argentina es el segundo país con mayores niveles de inflación, sólo por detrás de Venezuela y que 2017 fue el año en el que el Gobierno estuvo más lejos de alcanzar su meta, con un desvío de más de siete puntos porcentuales.
«Semejante variación de precios internos alteró la distribución del ingreso, vía salarios reales.
Como medida comparativa, el salario mínimo en nuestro país fue el segundo de mayor deterioro relativo, con una caía del 6,1% y solamente por debajo del caso venezolano», indica.
Respecto de las causas que más inciden, destaca que en la coyuntura más próxima afectan los aumentos en las tarifas de transporte, luz, gas, prepagas y educación.
«La estacionalidad de aumentos muy concentrados en pocos meses, determina un piso de inflación mensual difícil de quebrar a la baja», señala el informe.
Y añade que por fuera de los bienes y servicios regulados por el Estado, la variación de precios interna tampoco se morigera a la velocidad suficiente.
En tanto, afirma que el componente «núcleo» del índice de precios nacional crece cerca del 22% interanual.
«Lejos de ralentizarse, algunas características del proceso hacen pensar en una profundización para los próximos meses. Ocurre que, producto de la devaluación del 13% del último trimestre, se verificó un aumento significativo en el precio de los insumos más difundidos para el entramado productivo», observa el estudio.
Así, según la Undav, la inflación mayorista presentó un alza del 9,6% en el primer bimestre, mientras que el componente importado tuvo un aumento cercano al 12% en igual período.
«La aceleración de precios del último trimestre fue ostensible. Si se la anualiza, se posiciona en el 33,5%. Retrocediendo en la serie, se debe volver a julio de 2016 para encontrar un trimestre de mayor variación de precios», remarca.
En tanto, da cuenta de que evaluando la serie larga el IPC CABA, se cae en cuenta de que el promedio de inflación mensual fue del 2,1% para el período entre mitad de 2012 y fines de 2015.
Y concluye al afirmar que «lejos de moderarse, la variación de precios promedio desde el inicio del nuevo régimen económico fue de 2,5%, esto es, 0,4 puntos porcentuales mayor».