A medida que transcurren las horas se va armando el rompecabezas de la tenebrosa historia que terminó con la vida de Cristian González de 36 años y Andrea Alasio de 21 el último fin de semana.

Justamente el domingo por la mañana, un VW Vento que circulaba por la avenida Alberdi al 2.600 de Resistencia fue atacado por dos personas a bordo de una moto tipo cross, quienes sin mediar palabras dispararon contra los ocupantes del lado del acompañante del vehículo.

Allí, en un mismo asiento se encontraban González y Alasio, ella en el regazo de él,  sobre quienes los atacantes realizaron al menos tres disparos con una pistola 9 mm según las primeras pericias.

Se sospecha que uno de esos disparos entró y salió del cráneo del joven, y en su recorrido también hirió mortalmente a la mujer.

En el Vento habrían estado a bordo 5 ocupantes más, quienes pudieron identificar a los agresores lo que fue factor determinante para la prosecución de la investigación.

Luego de los disparos los dos heridos fueron trasladados en vehículos particulares al hospital Perrando al que González ingresó sin vida, mientras que la joven Alasio fue intervenida quirúrgicamente de urgencia aunque finalmente perdió la vida pasado el mediodía del lunes.

La primera hipótesis de la policía provincial fue la de un ajuste cuentas vinculado al narcomenudeo, ya que Andrea Alasia se encontraba con arresto domiciliario, que evidentemente no estaba cumpliendo, por una causa de esa naturaleza que instruye la justicia federal de Resistencia.

Incluso no pasó desapercibido para la pesquiss que familiares y amigos de las víctimas responsabilizaban a dos personas a quienes incluso identificaban pos sus nombres, Jonathan Damián Cáceres, de 29 años, domiciliado en el barrio 120 Viviendas CGT, y Braian Jonathan Morales, de 24, del barrio Mujeres Argentinas, a quienes las fuerzas policiales se encuentran buscando sin resultados positivos hasta el momento.

Otra teoría que se abona es la que señala que los atacantes habrían tenido un altercado con las víctimas en la misma madrugada del domingo en un local bailable e incluso una versión asegura que Alasio habría tenido una relación sentimental con uno de los atacantes, lo que derivó en el ataque posterior.

Tanto Andrea Alasio como su madre Francisca Alasio, se encontraban detenidas en una causa por drogas, aunque Andrea gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria con el fin de poder cuidar a su hijo de apenas 2 años de edad, aunque una breve recorrida por la redes sociales deja en claro que la joven se movilizaba libremente e incluso asistía a eventos en lugares públicos, y era habitué de locales bailables tal como ocurriera el día que fuera baleada