La ordenanza fue aprobada en el Concejo pero fue vetada por el Intendente Capitanich. Celada explicó en qué consiste este proyecto que obliga a colocar desfibriladores en las entidades del públicas de Resistencia para asistir a personas que sufran alguna afección al corazón cuando sea necesario.

La concejal María Teresa Celada, autora de este proyecto que fue presentado en el 2016 y que establece la obligatoriedad en los espacio públicos municipales de esta nueva herramienta, expresó su disgusto por el reciente veto de dicha ordenanza por parte del intendente Jorge Capitanich.

El proyecto, que fue aprobado por unanimidad y enviado al Ejecutivo municipal para su análisis, fue vetado con el argumento de que no existe ninguna ley provincial que obligue al municipio a tener estos aparatos, y fundamentando que debería ser materia de fiscalización sanitaria.

“El proyecto vuelve al concejo  y estamos sacando la norma a nivel municipio para que sea obligatorio en Resistencia”, agregó Celada.

“Es realmente sorpresivo encontrarnos con este veto, ya que dicha norma se aprobó por unanimidad, y además, inmediatamente después de haberse sancionado, yo misma le pedí una audiencia al Intendente para poder explicarle con mayor detalle sobre ello, y para facilitar el proceso de implementación. Al día de hoy jamás me atendió. No me queda otra que pensar que al Intendente no le interesa salvar la vida de los vecinos de Resistencia”.

El moderno aparato, puesto que ante un paro cardiorespiratorio, cuando muchas veces los trabajos manuales de reanimación no funcionan, se necesita de este desfibrilador para que la persona pueda vivir.

Esta acción debe hacerse en cuestiones de minutos porque se está produciendo el paro no se irriga sangre y por lo tanto no llega el oxigeno al cerebro, lo que puede llegar a producir la muerte.