Un Toyota Corolla salió expulsado del garage, cruzó en reversa las dos manos de la Avenida Vélez Sarsfield y casi termina adentro de la laguna. El nene quedó en observación en el Pediátrico.
El buen tiempo era la excusa perfecta para pasar una tarde al aire libre con los chicos, pero para el nene de dos años que paseaba con su mamá por el parque urbano Laguna Argüello pudo haber sido un domingo trágico.
A pocos metros del espacio verde, una joven sacaba el auto del garage de su casa. Según su propio testimonio, al salir marcha atrás “se trabó el acelerador” y el auto emprendió un peligroso camino a través de la calzada, arrancó de cuajo un basurero de metal y, poco antes del ojo de agua, embistió a un nene que estaba junto a su madre. Recién entonces el auto se detuvo.
El menor fue rápidamente trasladado al Hospital Pediátrico, distante a pocos metros del lugar. Como consecuencia del impacto sufrió politraumatismo con traumatismo de abdomen cerrado, y quedó en observación en el nosocomio.
¿PEDALGATE?
Si bien será el personal de criminalística el que determine científicamente la mecánica del accidente, es imposible no asociar el testimonio de la conductora con el tristemente célebre “Pedalgate”, como se lo denominó en castellano: una falla en los aceleradores de algunos modelos de Toyota que se hizo pública en 2010 y causó al menos 34 muertes en EEUU.
Básicamente, la falla consistía en que por un problema de diseño, el pedal del acelerador se quedaba trabado, a veces también en la alfombra de goma.
Los vehículos afectados en ese país eran la RAV4, Corolla, Matrix, del 2009 y 2010, Avalon del 2005 al 2010, algunos Camry del 2007 al 2010, la Highlander del 2010, la Tundra del 2007 al 2010 y la Sequoia del 2008 al 2010, según publicó Univisión.
La empresa nipona debió retirar millones de autos del mercado -también en Europa y Oriente Medio- y suspender la producción de algunos modelos. Además debió enfrentar una andanada de juicios de usuarios afectados y víctimas.