Los tres senadores por Córdoba ya redactaron el dictamen de minoría para modificar y devolver al Senado la ley del aborto, tienen decidido presentarlo el miércoles pero siguen dispuestos a negociar un texto común con los verdes.

Así se denominan a los promotores del aborto, coordinados en el Senado por el jefe del Justicialismo Miguel Pichetto, confiado en sumar indecisos con las dos promesas que hizo Adolfo Rubinstein: financiar el misoprostol (la medicina que permite abortar) y contemplar la objeción de conciencia institucional en las clínicas.

Son cambios propuestos en el dictamen acordado por los cordobeses Ernesto Martínez (PRO), Laura Rodríguez Machado (PRO) y Carlos Caserio (Bloque Justicialista), pero no los únicos.

En el último borrador, al que accedió LPO, también reducen de 14 a 12 las semanas de gestación máximas para permitir un aborto y eliminan el artículo 2 que pena a los médicos que «obstaculizaren» una intervención. Para asistir a los hospitales crean una partida específica en el presupuesto, que el ministro de Salud dijo que podría incluir en el programa salud sexual y reproductiva.

Los celestes están arriba pero los indecisos pueden volcar la balanza para uno u otro lado. También los 3 cordobeses, que aceptan el aborto legal pero con otras condiciones.

Caserio recién hablará con Pichetto el martes, un día entes de la presentación de dictámenes y cuando el punteo tal vez sea otro, porque hay más de una decena de indecisos que prevén pronunciarse la última semana.

Los principales son los radicales María Belén Tapia, Ángel Rozas y Juan Carlos Marino. Los dos últimos sufren la presión de la iglesia evangélica, que pesa fuerte en Chaco y La Pampa.

Pichetto tiene en su bloque como indecisos a Inés Blas y Omar Perotti y ninguno dio señales. La catamarqueña se preocupó en las audiencias por el gasto de los hospitales públicos y tal vez esté evaluando las promesas de Rubinstein. El santafesino hizo culto de su parquedad y no recibió listados de firmas de coterráneos en contra de la ley.

Otra incógnita es el salteño Juan Carlos Romero: los celestes lo confirman de su lado pero sus voceros aclaran que no hablará hasta última hora.

El neuquino Guillermo Pereyra dijo el viernes que estaba cerca de sumarse al dictamen cordobés, pero en las charlas de estos días quedó en responder.

No así los misioneros Maurice Closs y Magdalena Solari Quintana, decididos a votar en contra. El ex gobernador evaluaba acompañar un dictamen con cambios que sea apoyado por dos tercios, para que Diputados no pueda ratificar su versión. Supo que no era posible y va por el no.

Cualquier punteo sin estas definiciones es inocuo, porque este grupo puede volcar la balanza para cualquier lado. Una mayoría simple se consigue con 37 votos y Unidad Provida, la ONG que milita en contra del aborto, se adjudica 33 de su lado y busca  sólo 3 más, porque si hay empate Gabriela Michetti definirá a favor. El número baja si Lucila Crexell cumple con su promesa y se abstiene.

Tienen un problema: Carlos Menem firmó un comunicado en contra, pero en sus 13 años en el Senado no hubo nadie que pudiera garantizar su presencia en una votación.

La excepción, tal vez, fue en la reciente ley anti tarifazos, cuando Pichetto logró traerlo de madrugada. Los verdes confían en que el 8 de agosto lo deje dormir pero temen que el hermano, Eduardo Menem, ferviente defensor de las «dos vidas», cumpla el rol de sirviente.

Otro supuesto celeste que podría dejar su banca vacía es Carlos Reutemann. Hasta hace unos días su ausencia era un hecho para unos y otros, pero sus pocos exégetas santafesinos comenzaron a darlo en contra. Nadie espera en la sesión a la puntana María Eugenia Catalfamo, próxima a ser mamá.

Los verdes cuentan 28 votos a favor porque no logran ratificar al tucumano José Alperovich, que cuando la ley se aprobó en Diputados les dijo que los acompañaría.

Tampoco a los cordobeses, pese a que ninguno está muy interesado en quedar como verdugo y la prueba es que su proyecto alternativo, en definitiva, habilita la interrupción del embarazo sólo dos semanas antes.

«Ellos no tienen los votos, vamos a armar un dictamen conjunto con cambios», ratificó a LPO Caserio. Pero el poroteo de verdad llegará sobre la hora y por eso su jefe de bloque le pide paciencia.

La bancada de Cristina Kirchner sigue siendo la más sólido y garantiza sus nueve votos. Hubo dudas de Silvina García Larraburu, pero este miércoles se negó a recibir a cinco legisladores rionegrinos que fueron al Senado junto a militantes Provida, que tampoco pudieron ver a Pichetto y a la progresista Magdalena Odarda. Los recibió Federico Pinedo.