Alfredo Casero se quedó sin un show que tenía programado en Salta por haber puesto en duda el trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar la identidad de los nietos secuestrados por la dictadura cívico-militar ya le costaron a Alfredo Casero la primera cancelación de uno de sus shows.
«Debido a las declaraciones públicas de Alfredo Casero, que reivindican la última dictadura militar en nuestro país, El Teatrino decide cancelar la función programada para el viernes 24 de agosto», anunció ese espacio cultural de Salta capital, que repudió los dichos del actor.
En su entrevista con Alejandro Fantino, coronada por su stand up de flanes y bombos como metáfora de «la pesada herencia» kirchnerista, el actor puso en duda la identidad de Marcos, el nieto 128 encontrado por Abuelas, que fue secuestrado en 1976 en Tucumán, cuando tenía cinco meses.
“Siguieron mintiendo. ¿Viste el último nieto que encontró la (Estela) Carlotto, un pibe de 40 años?”, fue el pobre argumento del cruzado contra el kirchnerismo.
“Yo quiero saber toda la verdad. ¿Estás seguro que el último señor es un nieto recuperado? Quiero estar seguro de todos los nietos. No hablan como si estuvieran a cargo de un organismo de derechos humanos”, insistió Casero condenada a la organización de derechos humanos por su cercanía al ex gobierno de Cristina Kirchner.
«A todos los que hayan comprado la entrada se les devolverá el dinero en los puntos de venta en que fueron adquiridas. Las compras realizadas con tarjeta de crédito se cancelaran automáticamente», avisaron desde El Teatrino para confirmar la primera cancelación de Disertación sobre lo bello, lo bueno y el bien —como el ex Cha Cha Cha tituló a su nueva obra— tras los dichos de Casero en contra de los 40 años de lucha de Abuelas. «Disertación sobre lo bello, lo bueno y el bien», tituló el actor a su última obra.
Marcos recuperó su identidad el 2 de agosto, cuando le informaron que es hijo de Rosario del Carmen Ramos, una santiagueña militante del PRT que desapareció a fines de 1976 en Tucumán.
Marcos tenía cinco meses cuando fue apropiado y el mismo día en que recuperó su identidad conoció a sus hermanos Ismael y Camilo, hijos de su madre y de Ismael Amado Suleiman.
La identidad del padre de Marcos no pudo establecerse todavía en base a la información del Banco Nacional de Datos Genéticos.