La japonesa Naomi Osaka se consagró este sábado campeona del US Open al derrotar en una polémica final a una frustrada Serena Williams, que llamó «ladrón» al juez de silla y fue penalizada con la pérdida de un juego.
Osaka, de 20 años, pasó por encima de su rival por 6-2 y 6-4 en apenas una hora y 20 minutos en un encuentro en el que la pequeña de las Williams recibió una amonestación en el segundo juego del segundo set por presuntamente recibir órdenes de su entrenador y fue penalizada con un juego tras el séptimo al llamar «ladrón» al árbitro portugués Carlos Ramos.
En un encuentro entre dos generaciones, entre el presente y el futuro del tenis mundial, Osaka levantó el primer título de Grand Slam para Japón.
Hizo historia en la Arthur Ashe de Nueva York ante una leyenda del deporte, que buscaba igualar a la australiana Margaret Court como la tenista más condecorada de todos los tiempos con 24 Grand Slams. Williams tendrá que esperar, al menos, hasta el Abierto de Australia, con 37 años.
Porque Osaka, de solo 20, recordó a la versión post-adolescente de Serena.
Dominó con su saque, controló con su devolución y conectó varias derechas solo al alcance de la familia Williams.
Ambas se habían enfrentado únicamente en Miami, poco después de que la estadounidense reapareciera en el circuito tras ser madre hace un año. Entonces, la japonesa no tuvo piedad y ganó 6-3 y 6-2.
En Flushing Meadows, tampoco.
Osaka le quebró el saque en el tercero (2-1) y también en el quinto (4-1) y, tras poco más de media hora, ya había logrado el capítulo inicial.
El segundo, en cambio, estuvo marcada por la polémica. Williams firmó una ruptura temprana, devuelta deprisa por su contrincante y, tras ser penalizada con el octavo juego (5-3), bajó los brazos y cedió el cetro a la japonesa, reconocida admiradora suya.