Las automotrices Fiat Chrysler Automobiles, Renault y General Motors aminoran la producción por la caída de la demanda y la acumulación de stocks, y suspenderán 5.500 operarios.
Voceros de las filiales de Córdoba y Santa Fe del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) lo confirmaron, tras los anuncios de los planes de contingencia realizados por las compañías.
Fiat Chrysler Automobiles suspenderá del lunes 24 al viernes 28 de septiembre a 2.300 trabajadores en la planta ubicada en la localidad de Ferreyra, diez kilómetros al sureste de la ciudad de Córdoba.
A modo de «para técnica» por exceso de stock, la marca de origen italiano paralizará la planta ubicada un en área de 820.000 metros cuadrados, donde actualmente se produce el auto Cronos, último modelo lanzado por la empresa en el país.
En paralelo, la empresa Renault suspenderá por el mismo plazo a 1.800 operarios en el complejo industrial que tiene en la localidad de Santa Isabel, unos nueve kilómetros al suroeste de la capital provincial.
«El mercado de automóviles ha caído bastante y la empresa debe adecuarse a esta situación. Todo lo implementado está acordado con el sindicato Smata», dijeron voceros de la compañía Renault Argentina.
En la planta de Santa Isabel, la firma de capitales franceses construye sus modelos Sandero, Sandero Stepway, Logan, Fluence y Kangoo.
Los 4.100 operarios que se verán afectados por la paralización de las plantas de producción percibirán el 75% de sus salarios durante el plazo de suspensión, confirmaron desde ambas compañías.
En este escenario, la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba alertó por el «serio riesgo» en el que se encuentran las autopartistas, a raíz de la decisión de las automotrices de paralizar su producción.
«Manifestamos nuestra profunda preocupación y alerta», indicó la entidad a través de un comunicado en el que añadió que «la gravedad de esta situación provocará que las autopartistas locales deban adecuar sus niveles de producción a los volúmenes de trabajo de las terminales».
El gerente de la Cámara, Pablo Camacho, señaló que la situación «es compleja» y advirtió la posibilidad de «serio riesgo para el sector autopartista local si la situación (de las suspensiones y paradas) se prolonga».
En su planta de cajas de velocidad en Córdoba, la empresa Volkswagen tiene vigente desde hace más de un año un cronograma en el que los 1.400 empleados no trabajan los lunes y plan continuará inalterado hasta fin de año.
Por su parte, la empresa General Motors puso en marcha esta semana un cronograma de suspensiones rotativas en la planta que opera en la localidad de General Alvear, unos trece kilómetros al sur de la ciudad de Rosario, lo cual afectará a 1.400 operarios.
También por la acumulación de stock, la marca con origen estadounidense bajó un turno de producción en la planta hasta fines de enero de 2019 y los empleados suspendidos cobrarán el 70 por ciento del salario de bolsillo.
Marcelo Barros, secretario general de la filial santafesina del Smata, dijo que «el problema viene desde principios de año, con suspensiones intermitentes en algunos meses. Se venía tratando de evitar frenar completamente un turno».
«Pero ahora la compañía dijo que sí o sí tenía que levantar un turno porque cayó tanto la venta que fabricaban 33 autos por hora entre los dos turnos y hoy -según el nivel de ventas- con un turno alcanza», explicó Barros.