El huracán Michael, de categoría 4, destruyó casas hasta los cimientos y derribó árboles y postes de luz en el noroeste de Florida, una zona balnearia en el Golfo de México, zona que arrasó el miércoles de tarde con vientos de 250 Km/hora.
Según las autoridades, fue la tormenta más poderosa en golpear este estado del sureste estadounidense en más de una década.
La tormenta provocó la muerte de una persona en el norte de Florida, dijo a la AFP una funcionaria del condado de Gadsden, al oeste de la capital Tallahassee.
«Tenemos una fatalidad relacionada con el huracán», dijo Olivia Smith, oficial de información pública de la Junta de Comisionados del condado de Gadsden, y agregó que el incidente mortal estuvo «relacionado con los escombros. Hubo un árbol involucrado».
La funcionaria no pudo precisar a qué hora ocurrió el deceso ni dar detalles sobre la víctima. El ojo de Michael ingresó a tierra firme cerca de Mexico Beach, un poblado a unos 30 Km al sureste de Panama City, cerca de las 17H00 GMT como un huracán de categoría 4 en el máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson, informó el Centro Nacional de Huracanes.
Las casas parecían flotar en medio de calles inundadas, algunas totalmente destruidas tras haber perdido el techo. Loren Beltrán, por ejemplo, de 38 años, perdió su casa a manos del huracán.
Ahora espera que pase la tormenta en Panama Beach, pero un árbol tumbado y propulsado por los vientos de 250 Km/hora irrumpió por una ventana y ahora el agua no deja de entrar.
«Mi casa en Mexico Beach está bajo el agua», dice Beltrán, luego de haber recibido fotos que mostraban las viviendas inundadas hasta el techo. «Perdí todo lo material, pero gracias a Dios estamos bien».
Huracán Michael en Estados Unidos El epicentro del huracán de categoría 4 tocó tierra a primera hora de la tarde en Mexico Beach, un poblado a unos 32 Km al suroeste de Panama City donde la tormenta está dejando un escenario de guerra. La fuerza del viento era tal que llovía horizontalmente.
Una pared de agua y potentes ráfagas azotaron la ciudad, lanzando escombros por todas partes. Incluso los edificios de ladrillo quedaron parcialmente colapsados y parecía haber más árboles caídos que de pie.
Contenedores de metal, antenas satelitales, trozos de techos, árboles y semáforos estaban desperdigados en medio de las calles, según un reportero de la agencia AFP en el lugar.
Sabiendo que la destrucción sería mayor en Mexico Beach, Loren Beltrán y su hijo de 3 años se refugiaron en la casa del novio en la vecina Panama Beach, porque es una construcción diseñada para resistir vientos de 180 millas por hora (290 Km/hora).
Pero no contaron con que se trata de una vivienda rodeada de árboles y pinos. «Se oían bien feo los vientos, como un gran monstruo de televisión», dijo esta contadora de origen salvadoreño durante la aterrorizante calma del ojo del huracán. «Ahora viene la segunda parte», indicó.
Pero las autoridades advirtieron que la marejada puede aumentar el nivel del mar hasta 3,6 metros, y esa posibilidad se cierne sobre Beltrán y los suyos. «Lo que nos está preocupando es que el agua suba tanto que llegue a la casa», señalaron.
Las autoridades han advertido incesantemente a los residentes que abandonaran el área antes de que Michael golpeara la franja noroeste de Florida, que por se extiende a lo largo del Golfo de México. Cientos de miles de personas recibieron órdenes de evacuación obligatoria, pero el gobernador dijo el miércoles a los residentes que aquellos que no se fueron deben quedarse en sus casas porque ya es muy tarde para irse del lugar.
Refugios tras el huracán Michael en Estados Unidos. En su boletín, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) degradó el huracán a categoría 3, luego de que los vientos cedieran un poco y bajaran a 205 Km/hora a medida que el centro de la tormenta se adentra en tierra firme.