En la ciudad natal de Mauricio Macri, unos 160 operarios de la planta de fundición se encontraban realizando un acampe tras cesar la toma pacífica para evitar el vaciamiento de la automotriz.
La empresa automotriz Renault Argentina ratificó su decisión de cerrar la fábrica metalúrgica Tandil.
Los 160 operarios de la planta de fundición acampan frente a las instalacionestras cesar la toma pacífica -luego del dictado de conciliación obligatoria hasta el 6 de noviembre- realizada para evitar el vaciamiento.
En una reunión del ministerio de Trabajo local, ejecutivos de Renault Argentina exhibieron «balances económicos negativos», para demostrar que debían cerrar la planta.
Allí mostraron «la obsolescencia» de la tecnología de la planta, las inversiones millonarias que habría que hacer en un contexto de crisis económica en el país y la posibilidad de un futuro margen de retorno en un plazo muy extenso.
«Empezamos el año con una proyección de ventas un millón de autos para el total del mercado y ahora estamos pensando en 600.000, eso trae un elemento negativo más», dijo Ludovico Martin, director de Recursos Humanos de Renault Argentina.
Los directivos de Renault pidieron tiempo hasta el jueves 1 de noviembre para dar una respuesta, tras argumentar que les resulta más barato importar piezas de Brasil que producirlas en Tandil.
«Los análisis muestran que la compañía no tiene viabilidad. Hoy apareció un nuevo elemento, la posibilidad de un plan alternativo que presentó la UOM. Lo recibimos y nos comprometimos a analizarlo para dar una respuesta en la próxima audiencia», sostuvo el directivo.