El juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina investiga a un ciudadano argentino con familiares libaneses a partir de la escucha de un llamado telefónico por un delivery a una heladería de Floresta.
El pedido fue realizado desde el domicilio donde la semana pasada fueron detenidos dos jóvenes. Los detalles de una insólita prueba.
El juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina investiga a un supuesto integrante de Hezbollah a partir de una prueba que –según parece creer- lo involucra directamente en esa organización de origen libanés considerada terrorista por Estados Unidos: pidió un kilo de helado (en cuatro potes de un cuarto) por teléfono.
La insólita revelación está contenida en un documento al que accedió Tiempo, que da cuenta de una escucha telefónica en la que Hassan Adnan Hamze (argentino pero con familiares libaneses) formula el pedido de delivery para que le envíen el helado a la casa de la calle Chivilcoy 467, de esta Capital.
En ese domicilio fueron detenidos por orden del juez federal Sebastián Ramos los hermanos Axel Ezequiel Abraham Salomon, de 25 años de edad, y su hermano Kevin Gamal Abraham Salomon, de 23, ambos argentinos.
La finca fue allanada en el marco de una causa iniciada a principios de año por la DAIA en virtud de una denuncia anónima. En el lugar fueron halladas armas antiguas que los imputados atribuyeron a una herencia de un bisabuelo. Los dos permanecen detenidos en la cárcel de Ezeiza.
Según los documentos a los que accedió este diario, la Unidad de Operaciones Antiterrorista de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detectó que el 28 de octubre pasado “se había producido una llamada saliente de la línea de Hamze, manteniendo comunicación con una heladería para realizar un pedido e indicándole que se lo envíen a Chivilcoy 467, mencionándole que se trataría de una casa”.
“Al momento de pasarle un número de contacto, el investigado (Hamze) consulta: ‘¿cómo es el teléfono de Laia?’ Destacaron que por el sonido de fondo, en ese momento, Hamze podía encontrarse reunido con otras personas”.
En efecto, Hamze –a quien ayer el juez Santamarina le notificó de la existencia de un proceso penal en su contra por presunta pertenencia a una banda terrorista y le informó que se abrirán sus teléfonos y computadoras secuestradas en el allanamiento- estaba en la casa de Chivilcoy con otras personas: es primo de los Salomón.
“Laia”, en realidad, es “Laila”, la hija de dos años de edad de uno de los detenidos, Axel Salomón.
La desgrabación que aportó a la causa la Unidad de Operaciones Antiterrorista indica textualmente:
-Buenas noches
-Hola, sí, era para hacerte un pedido.
– Si, ¿la dirección?
– Chivilcoy
-Si
– 467
– 467 ¿Casa?
– Si
-¿Un teléfono?
– Eh… ¿Cómo es el teléfono de Laia? Cuatro, seis, siete…
– ¿Qué cantidad?
– Eh, cuatro cuatros
– ¿El primero?
El documento indica en ese punto: “Continúa con información irrelevante para la causa. Fin del evento”.
El juez Santamarina decretó el “secreto de sumario” en el expediente. Hay otras escuchas telefónicas, de características similares. El allanamiento en la casa de Hamze, en la calle Emilio Lamarca al 400, dio resultado negativo. Hamze no fue detenido y, hasta el momento, tampoco llamado a prestar declaración indagatoria.
Hamze regresó hace unos dos meses de El Líbano. Su familia es oriunda de allí, pero vive en la zona norte del país. Hezbollah, que es una fuerza política legal, opera preferentemente en el sur. Hamze visitó, entre otros parientes, a su abuelo, de 92 años de edad. Y aprovechó el viaje para un implante dental que hoy luce en su boca.
Fuente: (Tiempo Argentino)