Una mujer que registraba con su teléfono celular un desalojo en el barrio Raota denunció que fue víctimas de apremios ilegales por parte de policías de la comisaría cuarta. Afirmó que la golpearon en reiteradas ocasiones durante el traslado.
En un comunicado de prensa, el Partido Obrero difundió la denuncia de Johana Machado, la joven que denunció los apremios ilegales sufridos el lunes.
“Johana fue detenida ese día, por estar filmando el desalojo con un celular”, afirmaron, al tiempo que remarcaron que durante ese mismo desalojo también fueron detenidos cuatro menores de edad que horas después fueron liberados.
Según la denuncia de Machado, la inclinaron y redujeron a pesar de que les informó que tiene problemas de columna, la subieron a la camioneta policial y comenzaron a golpearla en la espalda y la cadera.
Una vez en la comisaría, y por negarse a firmar el papel en el cual se le informaba respecto del delito por el cual estaba demorada, uno de los policías amenazó con meterla en la celda de los presos varones.
Posteriormente, a las 19 recién fue derivada al Hospital Perrando, con lesiones por las cuales actualmente tiene dificultades para caminar. En el Perrando le dieron un calmante y la volvieron a trasladar al alojamiento hasta que fue liberada recién al día siguiente, en horas cercanas al mediodía.
La denuncia fue radicada este miércoles en la Unidad Fiscal, con copia a la comisión de derechos humanos de la Cámara de Diputados, y a la Procuración General de Justicia.
El relato
“Estaba mirando el desalojo y cuando los policías vieron que saqué mi celular se abalanzaron sobre mí”, dijo Machado en declaraciones al canal Ciudad TV. “Tengo una lumbalgia y trataba de explicarle que no pongan tanta fuerza sobre mí porque eran muchos los policías que estaban encima de mí. A ellos no les importó”, añadió.
“Una mujer policía me toma. Me amarra y la otra me agarró del otro brazo me tiran a la comioneta como el peor delincuente. Lo único que yo le recalcaba siempre era el problema de mi cintura. Me hicieron poner la cabeza contra mis dos piernas y me iban pegando. Me pegaron desde la avenida Malvinas al 3000 hasta la comisaría cuarta. Todo ese trayecto fui golpeada por la policía. Mientras el chofer y sus ayudantes hacían oídos sordos”, relató.
“En todo momento recalcaba que me dolía. Una de ella me preguntaba donde me dolía y ahí me volvían a golpear. Me seguían golpeando y golpeando. Cuando llegamos a la comisaría el dolor era inaguantable. Yo solamente pedía una llamada porque nadie sabía donde estaba. Nadie sabía que estaba detenida. Pero se me negó la llamada. Una policía me seguía dando sopapos”, añadió, con la voz quebrada.
Posteriormente, uno de los policías le acercó un papel en el cual se le comunicaba que estaba demorada por el delito de atentado contra la autoridad. Ella se negó a firmar. “Yo le dije al oficial que no era así. Que yo estaba golpeada, que ellos me golpearon”, dijo.
Tras eso, según comentó Machado, uno de los oficiales se dirigió hacia los presos varones que estaban en una de las celdas y les preguntó: “¿Quieren una hembra para su diversión?”.
“Por no firmar me amenazaron con meterme en esa celda, que iba a ser la diversión de ellos. Me expusieron”, sostuvo.
“Cuando me llevaron a Medicina Legal se constaron las lesiones en el coxis y marcas en el cuerpo. No me llevaron al hospital y me terminaron alojando en una comisaría de mujeres. Tenía un informe que me tenían que inyectar algo para calmar el dolor, pero no lo hicieron.
Las mismas detenidas se solidarizaron conmigo y me ayudaron a acostarme en la cama de arriba de una cucheta”, contó y pidió que se haga justicia por esta situación que tuvo que atravesar. “Yo no soy una delincuente”, remarcó.
Fuente: (ChacoDia Por Dia)