El diputado nacional, dos veces gobernador de la Provincia, vuelve a encarar la carrera presidencial. Se lanzó con un discurso plagado de propuestas y críticas. Fuerte presencia K en el acto.
En un teatro ND Ateneo colmado y frente a dirigentes de paladar negro kirchnerista, Daniel Scioli confirmó sus intenciones de llegar a la presidencia de la Nación, una tarea que dejó trunca, balotaje mediante, Mauricio Macri, en 2015.
Scioli eligió un lugar cargado de simbología para expresar sus intenciones: en ese mismo recinto, hace 14 años, se lanzaba junto a Néstor Kirchner con el mismo objetivo.
La fecha también es simbólica: Cristina Fernández de Kirchner acaba de confirmar que viaja a Cuba a cuidar a su hija y se abren un sinfín de especulaciones en torno a su futuro.
Para cerrar el círculo de conjeturas, se dieron cita dirigentes de paladar negro k, como el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y la diputada provincial Florencia Saintout. Además se dieron cita miembros de su gabinete, como los exministros Silvina Batakis, Oscar Cuartango, Nora De Lucía, entre otros.
Durante casi 20 minutos, Daniel Scioli detalló las razones que lo empujan a pelear por la presidencia otra vez: en primer lugar, el fracaso de las políticas que instaló Macri y que él mismo, en su rol de candidato, supo anticipar en la campaña. En segundo lugar, el planteo de una alternativa para lograr el “gran desarrollo nacional” mediante “otro camino”.
“Hay otro camino, actualizado, está más vigente que nunca y estoy preparado para ser quien lo lleve adelante”, dijo Scioli, que trazó a través de 10 medidas un plan de Gobierno con objetivos precisos, con la particularidad de que alguno, como el de “unir a los argentinos” fue planteado por Macri en 2015.
¿En qué se ha convertido su revolución de la alegría, señor presidente?
Durante su discurso, Scioli analizó las medidas de gobierno de Macri y cuestionó la idea de que Cambiemos recibió una “pesada herencia” de parte del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
“El Gobierno se queja de todo, pero asumió con un país desendeudado. Nosotros sí que asumimos con una pesada herencia. Y no nos quejamos. Nos pusimos a trabajar incansablemente”, abrió.
También analizó las razones que lo llevaron a la derrota en las últimas presidenciales. “En 2015 había un marcado deseo de cambio, porque los argentinos estaban cansados de muchas cosas”, dijo, sin mencionar cuales. “La publicidad engañosa pudo más que la verdad. Ellos ganaron, pero la Argentina perdió”, insistió, antes de preguntarle a Macri, con visos de ironía, “¿En qué se ha convertido su revolución de la alegría, señor presidente?”.
El camino trunco
Scioli se tomó un tiempo para poner en valor las políticas públicas que implementó desde el Ejecutivo nacional y desde la Provincia.
En ese sentido, destacó el logro del “superávit fiscal a través del crecimiento y no del ajuste” y el “superávit comercial” producto de la puesta en marcha de “nuestras industrias”.
También destacó que nunca, “como Gobernador, dejé a un trabajador con su sueldo por debajo de la inflación” y que bajó “la tasa de mortalidad infantil a su mínimo histórico. Eso es cuidar a las personas”.
Y dijo que, de haber llegado a la Presidencia en 2015, “jamás hubiera permitido que un solo argentino perdiera sus derechos por poner los intereses externos por encima de los nacionales”.
El camino que vuelve a aparecer
De cara a las propuestas y promesas, Scioli dijo que creará “las condiciones para que las pymes vuelvan a producir a toda máquina” y que buscará “unir a los argentinos”, una promesa que tomó de la campaña de Mauricio Macri y que, por ahora, no se ha concretado, al igual que “pobreza cero”.
“El gobierno prometió que iba a unir a los argentinos, y hoy estamos más divididos que nunca. Mi llamado a la unidad es más profundo que la mera unidad política”, sostuvo Scioli.
“Hay otro camino, actualizado, está más vigente que nunca y estoy preparado para ser quien lo lleve adelante. Voy a ser precandidato a presidente”, anunció, y pronosticó que en las elecciones de este año se debatirá entre “más ajuste o el gran desarrollo nacional”.