Tras una visita protocolar de integrantes del Comité de Prevención de la Tortura al citado sector del penal, revelaron las condiciones lamentables de detención de quienes prgan condenas en ese lugar.

Adelantando que efectuarán la presentación de un Hábeas Corpus Colectivo y Correctivo en que el que se plantee la necesidad de la clausura del “Módulo 6”, como también otras acciones judiciales ante «los excesos constatados y el aumento de los mismos».

Dentro del marco de las atribuciones de la Ley 1798-B, miembros del Comité de Prevención de la Tortura, Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes realizaron una intervención al “Módulo 6” del Complejo Penitenciario Provincial II de Presidencia Roque Sáenz Peña, dependiente del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).

El informe dado a conocer, detalla que durante la visita al Penal de la Ciudad Termal, “se pudo constatar que en las celdas de la planta alta del Módulo, a las cuales se las denomina “celdas de castigo”, el deterioro de la infraestructura es generalizado, las paredes internas de las celdas se encuentran casi destruidas en su totalidad, los techos ennegrecidos, hay falta de cerramientos, la suciedad y humedad están en todos lados y es deficiente o nula la provisión de agua”.

El informe del organismo, que rotuló “El castigo dentro del castigo”, indica que, “asimismo se visualizaron conexiones eléctricas precarias y riesgosas, ausencia de equipos de refrigeración, colchones deteriorados y sanitarios tapados.

En una celda no hay colchón. Las duchas no existen, siendo solo pequeños huecos en la pared de los que en algunos momentos del día sale agua fría, por que el Módulo 6 no cuenta con agua caliente.

Además, esas mismas duchas producen pérdidas de agua que inundan permanentemente los espacios y a la vez terminan inundando las celdas de la planta baja”.

Agregan en el escrito que “debido a la falta de higiene y la permanencia prolongada en esos habitáculos sin ventilación y solo luz artificial las personas privadas de su libertad allí alojadas poseen afecciones dermatológicas de larga data.

En las celdas de esa planta alta el régimen de encierro para los reclusos, que es de más de 23 horas por día, no cuentan con elementos para calentar agua o comida, están desafectados del trabajo y tienen la prohibición de salir al patio”.

“En las celdas de la planta baja el sistema es un poco más blando, aunque las condiciones de detención son bastante parecidas a las del primer piso: suciedad, falta de agua, pisos mojados, filtraciones en los techos, humedad, conexiones eléctricas deplorables, falta de luz natural, etc.

Al respecto vale agregar que a los detenidos les dan el desayuno cerca del mediodía y el mismo consiste en un líquido negro, burbujeante y un pedazo de pan. La ubicación de todos los detenidos para desayunar es en el piso por que en el “Módulo 6” no existen mesas ni butacas”, agrega.

“Se pudo relevar que la tortura y los malos tratos son habituales, tanto al ingresar al Módulo (“la bienvenida”) como en las requisas o en distintas situaciones extraordinarias”, denuncia el informe.

Destacando que, “debido a esto y al caudal de información recolectada, el CPTCh trabaja en la presentación de un Hábeas Corpus Colectivo y Correctivo en que el que se plantee la necesidad de la clausura del “Módulo 6” hasta tanto se modifiquen las condiciones materiales de detención. De igual forma se labora en la realización de presentaciones judiciales tendientes a dilucidar los excesos constatados y el aumento de los mismos”.

Finalmente, señala, “el Comité de Prevención de la Tortura condena estos hechos ilegales de funcionarios públicos hacia las personas privadas de su libertad y trabaja por generar canales de diálogo y articulación para erradicar esta práctica estructural, buscando promover políticas públicas respetuosas de los Derechos Humanos siendo el Estado el responsable de prevenir, sancionar y evitar la violencia institucional por que la ruptura de la legalidad es el comienzo de la tortura”.