El Instituto Adventista de Resistencia UEGP N° 42, suspendió las clases desde este martes y hasta el miércoles por un posible caso de meningitis en un niño del nivel inicial.
De acuerdo al protocolo de salud, no habrá clases tanto en el turno mañana como en el turno tarde, en los tres niveles, para realizar trabajos de limpieza y desinfección en el establecimiento.
En este sentido, explicaron que las clases estarán suspendidas este martes y el miércoles, en ambos turnos, en los tres niveles. Esto se realizará para limpiar, desinfectar y ventilar todo el establecimiento educativo.
¿Qué es la meningitis?
De acuerdo al sitio web de Médicos Sin Fronteras, la meningitis meningocócica, provocada por la bacteria Neisseria meningitidis, es una enfermedad muy contagiosa que causa la inflamación grave de las meninges, las finas membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Aunque cualquier persona puede resultar infectada, los bebés y los niños son especialmente vulnerables.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos 20 años se han reportado cerca de un millón de casos sospechosos en todo el mundo y 100.000 personas han muerto a causa de la enfermedad. La región más afectada es África, sobre todo en la franja conocida como el cinturón de la meningitis, que cruza el continente de este a oeste, desde Senegal a Etiopía.
¿Cómo se transmite la meningitis?
La infección se transmite solamente de persona a persona, a través de gotas de saliva. Por eso, un clima seco y ventoso fomenta su propagación: la garganta se irrita y deja de actuar como barrera para las bacterias.
Según la OMS, entre un 10 y un 25% de la población mundial es portadora de bacterias meningocócicas, pero la gran mayoría son portadores sanos. Una persona puede ser portadora de la bacteria sin presentar síntomas y propagarla al toser o estornudar. En general, una persona puede ser portadora de las bacterias durante un periodo de entre 5 y 15 semanas.
¿Qué síntomas tiene la meningitis?
Los síntomas dependen de la edad del enfermo. Los niños mayores de 1 año y los adultos pueden tener fiebre, intensos dolores de cabeza, fotosensibilidad o rigidez de nuca, y en las formas graves, coma, convulsiones o alteraciones neurológicas. Los niños menores de 1 año presentan normalmente irritabilidad, fiebre, hipotermia y una alteración del estado general (como vómitos o rechazo de alimentos). La muerte puede sobrevenir a las pocas horas de la aparición de los síntomas y sin tratamiento pueden morir hasta un 50% de las personas infectadas.
¿Cómo se diagnostica la meningitis?
Diagnosticar la meningitis suele resultar difícil, y debe hacerse rápidamente, debido a la fulminante progresión de la enfermedad. El diagnóstico requiere el examen de una muestra de líquido cefalorraquídeo (que se obtiene mediante una punción en la médula).
Si hay infección, el líquido es turbio y contiene bacterias que pueden analizarse en el laboratorio para identificar el germen responsable; las bacterias entonces se cultivan para determinar su sensibilidad a los antibióticos disponibles. La identificación rápida del serogrupo –A, B, C, W135, X o Y– es muy importante ya que del resultado dependerán el riesgo de epidemia y también qué vacunas pueden utilizarse si hay que lanzar una campaña.
¿Cómo se trata la meningitis?
Esta enfermedad es una urgencia médica. El tratamiento consiste en antibióticos específicos, que penetran en el líquido cefalorraquídeo. El de primera línea es la ceftriaxona, que se administra durante cinco días a pacientes mayores de 2 meses; los bebés más pequeños necesitan siete días de tratamiento. También debe asegurarse una buena alimentación e hidratación del paciente, y prestar atención al cuidado de la boca y los ojos para evitar úlceras.
No obstante, incluso con tratamiento adecuado, entre el 5 y el 10% de los afectados fallece antes de dos días, y uno de cada cinco supervivientes puede sufrir secuelas, que van desde pérdidas de oído a problemas de aprendizaje.