PRONÓSTICO EXTENDIDO

Capitanich pone a disposición su renuncia » indeclinable» a la presidencia de Sarmiento

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La derrota y el sueño frustrado de llegar a la B Nacional en esta primera instancia generó en el seno de Sarmiento una consecuencia inesperada, como la renuncia presentada por el presidente Jorge Milton Capitanich.







En una misiva dirigida a sus pares de comisión directiva, puso a consideración su dimisión indeclinable.

Si bien fue recibida por algunos dirigentes, entre ellos Alejandro Pucheta, la decisión de Capitanich fue desestimada y lo instaron a no bajar los brazos porque al equipo aún le queda una chance más a partir de los cuartos de final de la Reválida del Federal A. Su venidero compromiso será en Puerto Madryn frente a Deportivo, verdugo de Chaco For Ever.

El conductor aurirrojo hace hincapié en su escrito sobre la terna arbitral del partido disputado en Río Cuarto frente a Estudiantes, vencedor por 2-0, encabezada por Sebastián Mastrángelo, que conspiró contra el “fair play” tan pregonado y que muy poco se practica.







Capitanich piensa que su presencia perjudica al club y puso su renuncia a disposición.

También puntualizó el trato discriminatorio contra el norte argentino, contra el Nordeste y contra la provincia del Chaco en particular, con amonestaciones, expulsiones y fallos inexistentes que perjudicaron al equipo y favorecieron abiertamente al rival.

En otro párrafo señaló que el modus operandi fue sistemático a lo largo del Pentagonal, pese a las observaciones hechas con directivos de la AFA y del Consejo Federal.

Agregó que no tiene intención de perjudicar al club Sarmiento y siente que las posibilidades de ascenso están directamente asociadas a su salida de la institución.

Consideró injusto que la B Metropolitana tenga cinco ascensos en detrimento del fútbol del interior y recalcó que de nada vale trabajar con seriedad, con profesionalismo y con esfuerzo si esta disputa se resuelve en un escritorio.

Termina agradeciendo “la confianza de siempre demostrada en 13 años de gestión, pero llegó el momento de decir ¡basta! La dignidad no se negocia”.