El intendente Jorge Capitanich participó este martes de la conmemoración del 208º aniversario de la Independencia de la República del Paraguay.
En el acto el jefe comunal realizó una ofrenda floral en honor a los héroes del proceso revolucionario independentista que se inició entre el 14 y 15 de mayo de 1811.
Durante el acto que se realizó frente al monumento central de la plaza 25 de Mayo, el intendente entregó al cónsul del Paraguay Francisco Fariña la carpeta protocolar con la resolución Nº º 1116 que declara de interés municipal la conmemoración por la independencia del hermano país.
“Como lo hacemos todos los años, acompañamos a la comunidad paraguaya, en la conmoración Nº 208 aniversario de la independencia”, dijo el jefe comunal. Después de realizar un resumen histórico del proceso revolucionario, se destacó el rol de los héroes Pedro Juan Caballero, el doctor Gaspar Rodríguez de Francia y Fulgencio Yegros.
La independencia tuvo una gran implicancia en el desarrollo autónomo e independiente del país hermano, la libertad de comercio y el desarrollo de la industria.
Durante el acto el intendente Capitanich junto con el secretario de Cultura, Sebastián Benítez Molas realizaron una ofrenda floral a los pies del monumento del General San Martín para honrar la memoria de los héroes revolucionarios del proceso independentista paraguayo.
Participaron del acto los cónsules de la República del Paraguay, Francisco Fariña y Javier Ferreira; el secretario de Cultura y Desarrollo Social, Sebastián Benítez Molas; la subsecretaria de Relaciones con la Comunidad de la Provincia, Analía Enciso; el diputado provincial Juan José Bergia, representantes de las fuerzas de seguridad, integrantes de la Casa Paraguaya de Resistencia, comunidad paraguaya y vecinos.
INDEPENDENCIA
El proceso revolucionario histórico por el cual la actual República del Paraguay se independizó de España, su metrópoli colonial, se inicia entre el 14 y 15 de mayo de 1811. Al mismo tiempo los patriotas paraguayos también rechazaba la incorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata que pretendía ejercer soberanía sobre todos los dominios del extinto virreinato del Río de la Plata, incluida la intendencia del Paraguay.
Así, en la noche del 14 de mayo, Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe y otros compañeros se apoderaron del cuartel de la plaza, que estaba a cargo del oficial de guardia Mauricio José Troche; intimaron al gobernador Velazco, pusieron en libertad a más de 30 presos políticos y así iniciaron la revolución.
El pueblo y las tropas invadían la plaza al grito de “Viva la unión” y, en la madrugada del 15 de mayo, el capitán Caballero exigió a Velazco la entrega de todas las armas, la admisión de dos diputados adjuntos al gobernador, la separación de los funcionarios españoles y de todos los miembros del Cabildo, que ningún buque saliera de Asunción y que el emisario portugués José de Abreu no abandonara la ciudad.
En principio Velazco trató de resistir la imposición, contestó en términos vagos la petición de los revolucionarios y negó rotundamente acuerdo alguno con Abreu, pero luego se dio cuenta de la inutilidad de su resistencia y optó por aceptar las condiciones impuestas. Al atardecer del 15 de mayo fue izada la bandera paraguaya y veintiún cañonazos saludaron el triunfo de la revolución.