Irán ha amenazado con cortar las importaciones de Brasil a menos que permita el reabastecimiento de combustible de al menos dos buques iraníes fondeados en la costa brasileña, en una muestra de las repercusiones mundiales de las sanciones de Estados Unidos a la república islámica.
El embajador de Irán en Brasilia, Seyed Ali Saghaeyan, dijo a cargos brasileños el martes que su país podría encontrar fácilmente nuevos proveedores de maíz, soja y carne si el país sudamericano se niega a permitir el reabastecimiento de combustible de los buques.
Brasil exporta bienes por alrededor de US$2.000 millones a Irán al año, principalmente de productos básicos como maíz, carne y azúcar. Teherán compra una tercera parte de todas las exportaciones de maíz a Brasil.
«Dije a los brasileños que ellos debían resolver el problema, no los iraníes», dijo Saghaeyan en una inusual entrevista en la Embajada iraní en Brasilia. «Si no se resuelve, tal vez las autoridades en Teherán quieran tomar alguna decisión porque éste es un mercado libre y hay otros países disponibles».
La estatal Petróleo Brasileiro SA no ha querido suministrar combustible a los buques, que llevan flotando más de un mes frente al puerto de Paranagua, a unos 450 kilómetros al sur de São Paulo, debido al riesgo de sanciones de Estados Unidos. Petrobras dice que fue una decisión de estrategia de empresas y que otras compañías podrían vender combustible a los buques.
Sin el combustible, los barcos que transportan maíz brasileño no pueden regresar a Irán. Brasil tiene una larga historia de buenas relaciones con Teherán, pero la intención del presidente Jair Bolsonaro de cambiar la política exterior tradicional del país ha puesto en duda esos lazos.
Bolsonaro, que apoya firmemente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a los exportadores del riesgo de comerciar con Irán, y agregó que Brasil está de acuerdo con Estados Unidos en su política hacia el país de Oriente Medio. «Coincidimos con sus políticas, y por tanto, hacemos lo que tenemos que hacer», señaló Bolsonaro.
Para resolver la situación, Irán está considerando enviar combustible a los buques fondeados, aunque esta opción llevaría más tiempo y resultaría costosa, dijo Saghaeyan.
«Países independientes y grandes como Brasil e Irán deberían trabajar juntos sin la interferencia de una tercera parte o país», agregó. Saghaeyan ha solicitado una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araujo, pero aún no ha recibido una respuesta.
En un comunicado, la oficina de asuntos exteriores brasileña dijo que seguiría la orientación legal sobre el tema.