En el primer superclásico de la era profesional del fútbol femenino, Boca goleó 5-0 a River con un hat-trick de Fanny Rodríguez, ex jugadora del Millonario. Quiñones y Vallejos marcaron los restantes.
El 24 de septiembre de 2019 quedará en los libros de la historia grande del fútbol argentino. Ni más ni menos, será recordado como el día en el que se disputó el primer superclásico femenino de la era profesional. El día que dio inicio a una nueva etapa, que coronó un largo tiempo de lucha y pugna. Se hizo esperar 29 años, desde octubre de 1991, cuando, con ocho equipos participantes, se disputó el primer campeonato del fútbol femenino en la Argentina. Sin embargo, este esperado día finalmente llegó. El sábado, Rosario Central y Villa San Carlos dieron el puntapié inicial. Pero este martes en la Bombonera, Boca y River dejaron su marca. Y lo cierto es que las chicas estuvieron a la altura de las circunstancias: en un partido dinámico y plagado de emociones, las Gladiadoras, con goles de Florencia Quiñones, Fanny Rodríguez (x3) y Fabiana Vallejos, se despacharon con un contundente 5-0 y festejaron ante su gente un triunfo histórico.
Ante la atenta mirada de casi unos 4.000 mil bosteros que se hicieron presentes en la Bombonera un martes a las 15:10, Boca y River brindaron un encuentro parejo y de ida y vuelta. Las locales, en todo momento haciéndose fuerte mediante la posesión de la pelota y los pases entre líneas de Clarisa Huber y Fabiana Vallejos. Y las de Núñez, intentando contragolpear con Mercedes Pereyra y Lourdes Lezcano, sus dos veloces delanteras. No obstante, las Gladiadoras, ya con un partido jugado en la Bombonera (5-0 ante Lanús el 9/3 de este año), fueron las que tomaron la iniciativa del juego en todo momento y generaron las aproximaciones más claras. Por caso, a los 41′ del primer tiempo, y tras unas cuantas salvadas de Florencia Chiribelo (arquera del Millo), la cordobesa Quiñones conectó de cabeza un centro de Vallejos y puso el 1-0 para que Boca se vaya victorioso al descanso.
Una vez ya iniciada la segunda parte, las locales no bajaron en ningún momento el ritmo. Boca continuó presionando bien arriba en la mitad de la cancha, conectando de gran manera entre sus volantes y delanteras, y encontrando múltiples espacios a las espaldas de las defensoras riverplatenses. De esta forma, a los 10′ del complemento, tras un centro de Quiñones, Andrea Ojeda la bajó de cabeza y apareció Rodríguez, quien, además de poner el 2-0 para Boca, hizo honor a la inexorable ley del ex.
A partir de allí, fue todo para las locales. Los tímidos ataques de River cesaron y las Gladiadoras, ante el “ole, ole” de su gente, se florearon y llegaron al tercer, cuarto y quinto gol mediante Vallejos -de penal- y Rodríguez dos veces más. Así, el Xeneize redondeó una tarde histórica y se quedó con un superclásico que se recordará por siempre. En primer lugar, por ser el primero en la era profesional del fútbol femenino en la Argentina. Y en segundo orden, por el contundente resultado.