La Cámara de Diputados dio media sanción esta tarde al proyecto de ley de Alquileres, que busca mejorar la posición de los inquilinos, en una sesión especial .
El proyecto de ley de alquileres, que se aprobó en general con 192 votos a favor, 0 negativos y 24 abstenciones, llegó a la Cámara tras un laborioso acuerdo entre el oficialismo y la oposición, y luego de varios años de estancamiento parlamentario con marchas y contramarchas que impedían que el tema avanzara -en 2016 tuvo media sanción en el Senado y luego perdió estado parlamentario-.
Al abrir el debate, el presidente de la Comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky, dijo que con esta iniciativa se busca «dar soluciones a este problema que afecta a ocho millones de argentinos» y destacó que se tienen que regular estos contratos porque «existe una situación desigual» entre inquilinos y propietarios.
Tras explicar detalles de la ley y defender la decisión de subir de dos a tres años los contratos de alquiler, el diputado macrista dijo que esta propuesta «viene a equilibrar las relaciones entre los sectores».
NA
Por su parte, el diputado kirchnerista, Adrián Grana, manifestó que hoy «estamos tratando después de cuatro años que se había aprobado en el Senado una reforma a la ley de alquileres» y afirmó que esto sucede debido al cambio político que se avecina con el triunfo del Frente de Todos, cuando «vuelve a colarse una agenda a favor de los ciudadanos».
«Estoy satisfecho de haber llegado hasta acá y haber logrado un consenso para tener una nueva ley de alquileres», apuntó.
En tanto, la diputada radical por Córdoba, Brenda Austin, celebró la “vocación de diálogo que se tuvo en este tema» a pesar de las posiciones antagónicas y destacó que “es una ley que todo el tiempo está buscando evitar los abusos”.
«Equilibra la relación entre las partes” porque “reconoce que hay tres actores centrales: los propietarios, los inquilinos y los corredores inmobiliarios”, agregó.
La diputada del Movimiento Evita Silvia Horne también celebró el acuerdo para la media sanción y puso el foco en la crisis habitacional que en la Ciudad de Buenos Aires se ve reflejado en las 7.500 familias viviendo en la calle según estadísticas oficiales de julio de este año.
Los aspectos centrales de la reforma del Código Civil y Comercial referido a la ley de Alquileres son la extensión de un contrato de dos a tres años, un nuevo mecanismo de actualización anual (en lugar de semestral) que se calculará en base al aumento de la inflación y el salario.
En ese sentido se establece una fórmula para la actualización de los precios, combinando el IPC (Índice de Precios al Consumidor) con el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables).
El presidente de la Federación de Inquilinos, Gervasio Muñoz, celebró la media sanción del proyecto de ley de Alquileres, pero pidió «cautela» y reclamó que el Senado lo someta a votación el jueves de la semana próxima.
«Estamos contentos de tener la media sanción. Por otro lado, sabemos que esto va para largo y necesitamos que la ley se vote la semana que viene en senadores. Cuanto más se tarde, más se da lugar al lobby inmobiliario», sostuvo el dirigente el declaraciones a NA.
Por su parte, la senadora Silvina García Larraburu -impulsora junto a Muñoz de la iniciativa que obtuvo media sanción en el Senado en 2016- celebró la media sanción: “Esta norma le cambiará la vida a más de 8 millones de inquilinos de todo el país, que frente a un contexto económico y social crítico han tenido que adaptarse a las crecientes exigencias del mercado inmobiliario sin poder de negociación ni resguardo de sus derechos”.
Además, agregó: “Una vez que ingrese la media sanción a la Cámara de Senadores, pediré a las autoridades de la Comisión de Legislación General y a mis pares que demos prioridad a este proyecto. Es un verdadero logro de la democracia haber consensuado una ley tan importante y es un gran orgullo para mí haber sido la propulsora en el Congreso de la Nación”.
Sin embargo, la Cámara alta -que la semana que viene tendrá la asunción de sus nuevos legisladores-, podría patear el debate para el período ordinario 2020.
Foto: Mariano Fuchilla
También se tratarán casi un centenar de proyectos sin controversia. La sesión fue convocada por Cambiemos pero el temario fue consensuado con el kirchnerismo y otros bloques opositores.
La intención del bloque oficialista de Cambiemos era hacer una sesión ordinaria, la última del actual período, pero luego decidió pedir que sea especial por la falta de acuerdo entre los bloques para incluir el proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir que un dirigente condenado por corrupción sea candidato a cargos electivos.
A ello se sumó el pedido de un grupo de diputadas para incorporar a la agenda el proyecto del Programa Integral de Educación Sexual, que es rechazado por los legisladores denominados «celestes», que se opusieron el año pasado a legalización del aborto.
Con la presencia de 138 legisladores nacionales sentados en sus bancas, a las 12:20 el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó habilitó la sesión, que comenzó con el izamiento de la bandera y la entonación de las estrofas del himno argentino. Luego, antes de los discursos, el saliente titular de Diputados fue homenajeado por sus pares y se emocionó ante los elogios.