La titular de la cartera señaló que todo el sistema sanitario se encuentra trabajando para atender casos que requieran internación, control y terapia intensiva.
El Ministerio de Salud Pública informó que la red sanitaria provincial se encuentra preparada para recibir pacientes con diagnóstico de dengue que requieran internación. En el marco del Plan de Contingencia, la ministra Paola Benítez y el subsecretario de Salud Alejandro García, recorrieron las instalaciones de los hospitales Perrando y Pediátrico, junto a sus equipos directivos, para verificar la puesta a punto de las salas de internación y de terapia intensiva.
“Dentro del protocolo de atención para casos de Dengue, habilitamos un sector para internación de los pacientes que así lo requieran”, indicó la ministra tras supervisar dicha área, especialmente habilitada para recibir a pacientes con dengue. Informó además que los profesionales de Salud se encuentran en estado de alerta para la identificación precoz de los posibles casos y capacitados para brindar una atención de calidad a los pacientes.
“Es importante destacar el compromiso demostrado en la asistencia a las capacitaciones que se llevaron a cabo desde esta cartera, para seguir mejorando prácticas y actualizándose», dijo la funcionaria. En este sentido, también dijo que las diez regiones sanitarias se encuentran en alerta para asegurar la internación o la derivación oportuna.
Evolución de los pacientes
Por su parte, la directora de Epidemiología de la provincia, María Elisa Flores explicó que la evolución de los pacientes que contraen dengue, mayormente es favorable. “Por eso es que se insiste con la consulta precoz y oportuna ante los síntomas (fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, erupciones en piel, náuseas y/o vómitos), porque esa es la manera que tenemos de actuar rápidamente. Si la persona no presenta signos de alarma, puede permanecer en su hogar, usando repelente, hidratándose adecuadamente y tomando el único medicamente permitido que es el paracetamol”, señaló.
Explicó además que generalmente son dos o tres días de fiebre, hasta siete en algunos casos, con una sensación de cansancio extremo y sed, porque la enfermedad causa deshidratación. Cuando la fiebre baja hay que prestar especial atención a los síntomas de alarma, a partir de los cuales una de las opciones es la internación para realizar el seguimiento. Las señales de alarma son: dolor abdominal, diarreas y el sagrado nasal y de las encías. “Es importante conocer esto, porque si aparece alguno de estos síntomas, la enfermedad podría tornarse de gravedad”, explicó.