Además, la cartera envió el protocolo de actuación para edificios, con sugerencias para la prevención de contagios de covid-19.

El Ministerio de Salud Pública se encuentra trabajando en el complejo habitacional Sarmiento de Resistencia, donde se registraron tres casos de coronavirus, uno de los cuales ya recibió el alta. La ministra de Salud, Paola Benítez, aprobó por resolución 1.008 el protocolo “Recomendaciones para edificios/consorcios en el contexto de pandemia covid-19”.

Desde la Dirección de Epidemiología tomaron contacto con autoridades del consorcio del edificio el sábado, se les brindó las recomendaciones y el miércoles se continuó el trabajo. En el lugar ya contaban con las medidas bioseguridad funcionando desde marzo, y ahora también cuentan con el protocolo realizado por este ministerio.

La información sobre el cerramiento del barrio no es real, lejos de eso, el Ministerio trabaja para dotar de información necesaria a los que habitan los edificios para prevenir que estos casos -por el momento aislados- se conviertan en un brote. En este sentido, se instalará en las próximas horas una posta sanitaria al pie de las torres para que aquellas personas que refieran contacto con los casos confirmados o presenten síntomas compatibles con coronavirus puedan ser hisopadas.

Además, se dispondrá de un horario de reunión virtual con especialistas del equipo Centinela del Ministerio de Salud y con médicos a fin de que los vecinos puedan evacuar dudas sobre cuidados y prevención.

“Es importante la rigurosa higiene que disminuye el riesgo de contagio y la posterior propagación del virus, también el aislamiento y la solidaridad porque ayuda a mejorar la convivencia entre los que habitan en propiedades horizontales, complejos y distintos espacios en donde se manifiesta la circulación compartida”, inicia el protocolo.

En cuanto a la higiene:

Indica la obligación del uso de elementos de protección denominados “prevención facial”, tales como tapabocas, bandanas, pañuelos, buff o similares para toda persona que circule por las instalaciones. Se sugiere el uso de canales digitales o virtuales para el envío de notas, expensas, entre otras. Establecer medidas de higiene y coordinar el retiro y depósito de basura en espacios comunes, según la modalidad de cada edificio.

Además, mantener en todo momento más de 2 metros de distancia entre personas. No compartir objetos (biromes, otros elementos habituales). No compartir elementos de protección personal. Lavarse frecuentemente las manos, de acuerdo a las normas de bioseguridad.

Cubrirse la nariz y la boca con el pliegue interno del codo o usar un pañuelo descartable al toser o estornudar. No salivar o expectorar en el suelo. No generar contacto físico con otras personas. No fumar. Al ingreso al edificio, disponer de un punto de sanitización en donde el cliente podrá higienizarse las manos con alcohol al 70% o sanitizante. Reforzar la limpieza de espacios comunes, hacerlo de forma periódica y en turnos diarios.

Paseo de mascotas:

Únicamente con correa y bolsa para recoger sus heces. No más de 4 veces por día, máximo 15 minutos por salida. Disponer en el acceso al edificio de los elementos y medios necesarios para que el dueño lave y/o desinfecte las patas de la mascota, previas acceder a los espacios comunes. Desinfectar manos antes de ingresar al edificio y previo a hacer uso o manipular portero, picaportes, cerraduras, barandas de escalera, ascensores, entre otros. Prohibir que las mascotas defequen u orinen en espacios comunes y terrazas.

En cuanto al aislamiento:

Cerrar espacios de uso común que no sean esenciales para el funcionamiento del edificio, como salones de usos múltiples, gimnasios, salas de juego, de reunión, de trabajo, piscinas y patios.

Prohibir reuniones y visitas en departamentos. Evitar la circulación en espacios comunes, salvo casos de fuerza mayor. Reducir a una o dos personas el factor de ocupación en los ascensores. En lo posible, evitar compartir el ascensor.

En cuanto a la solidaridad

Colocar cartelería a específica sobre en nuevo SarsCov-2. Registrar a vecinos mayores de 60 años, catalogados como población de riesgo o con necesidades especiales a fin de monitorear su situación y ofrecer ayuda durante el aislamiento. Designar a vecinos voluntarios, para que puedan colaborar con las personas mayores de 60 años o con aquellas que presenten patologías que los incluyan dentro de la población de riesgo para ayudarlos con tareas básicas como la compra de remedios, agua o comida.