Tras una denuncia por ruidos molestos en una casa, la Policía correntina descubrió una gran fiesta clandestina en medio de la pandemia del coronavirus, que se realizó en la calle Irupé al 700, en el barrio Madariaga, de Corrientes capital.
Adentro de la casa se encontraron con al menos 150 personas en plena fiesta. El que la había organizado también estaba, quien cuando los uniformados le preguntaron su edad, él respondió: «16 años».
La mayoría de las personas que se encontraban en la fiesta también eran menores de edad. En consecuencia, los agentes informaron al juzgado federal de lo sucedido y secuestraron las botellas de alcohol.
La Justicia Federal abrió una investigación sobre el chico de 16 años que armó el festejo y sobre los 150 presentes al momento en que llegó la Policía de Corrientes.
Enterados de lo ocurrido, el papá del anfitrión se puso a disposición del juez, explicó que era su casa, pero que él no estaba al momento de la fiesta clandestina de su hijo.
Fuente: (Data Chaco)