Evo Morales se despidió de Argentina tras 11 meses de exilio y le agradeció al presidente Alberto Fernández: «Hermano Alberto, me salvó la vida, nunca me voy a olvidar», dijo en un acto en La Quiaca, Jujuy, en el que también estuvieron varios funcionarios del gobierno argentino. Juntos cruzan el paso fronterizo en un acto simbólico.
Evo advirtió que el golpe de Jeanine Añez, que lo obligó al exilio, fue contra el modelo económico «y nuestros recursos naturales». «Nunca soñé con ser presidente. Lo logré gracias a la unidad del pueblo boliviano. Recuperamos nuestros recursos, nacionalizamos los servicios básicos, garantizamos la soberanía del Estado, garantizamos la dignidad de un pueblo».
«No dudaba que íbamos a volver, no estaba seguro que iba a ser tan pronto, algo insólito, algo inédito. Gracias al pueblo y al acompañamiento de autoridades del mundo», indicó. Morales vuelve tras la asunción en su país de Luis Arce, el candidato del MAS.
«Parte de mi vida queda en Argentina después de estar 11 meses. No me sentí abandonado. Me queda una linda historia un lindo recuerdo», contó el ex presidente Morales.
Evo recordó a Néstor Kirchner: «Me acuerdo cuando llegué a la presidencia, su orientación, sus consejos». Y bromeó sobre la comida en Argentina.
«Con los hermanos bolivianos no me faltaron verduras, con los hermanos argentinos no me faltó carne».
En tanto, Alberto Fernández advirtió que estos últimos cuatro años se produjo un proceso «de desintegración de América Latina» y festejó el regreso de Evo a Bolivia.
«Vuelve a un lugar del que nunca debió haberse ido». Fernández destacó, en línea con Morales, que el golpe fue contra un modelo económico que se ocupó del pueblo «sin descuidar el déficit fiscal ni el crecimiento económico. Pero no lo dejaron seguir».
Fernández evitó reunirse con el gobernador radical de Jujuy y con la dirigente social Milagro Sala, para no agigantar una tensión política entre el oficialismo y la oposición. Sala en cambio recibió a Evo en su casa, donde cumple prisión domiciliaria.