Pocas horas después de conocerse que el proyecto de presupuesto volvería a Diputados por un error inesperado en las planillas, Máximo Kirchner convocó a una sesión para el martes con su proyecto para gravar por única vez a las altas fortunas, dictaminado hace más un mes pero cajoneado desde ese día.
La explicación oficial era que esperaba la llegada de una reforma tributaria para evitar que colisionaran, pero finalmente se tratará sin que esa ley haya sido escrita.
El apoyo del frente de Córdoba Federal en comisiones garantizaría su aprobación y su sanción definitiva no corre riesgos con la mayoría del Frente de Todos en el Senado.
Máximo llamó a sesión a las 12 horas y sumó en el temario su proyecto para prohibir construcciones en superficies incendiadas y otro para formar en medio ambiente a los empleados públicos. El aporte a la altas fortunas alcanza a patrimonios mayores a 200 millones de pesos y permitiría una recaudación estimada de 307 mil millones de pesos, un 1.1% del PIB. La sesión será presencial, porque así lo pidió Cambiemos cuando se conoció la iniciativa, que se negó a respaldar.
No se incorporó al temario el presupuesto, porque hasta que no terminara la sesión de esta noche no era posible sumarlo, pero se espera que se trate antes o después para darle sanción definitiva.
Quizá para ajustar la agenda, esta tarde se cruzó hasta el despacho de Sergio Massa la senadora Anabel Fernández Sagasti, vicejefa del bloque oficialista.
La sesión en el Senado de este jueves parecía protocolar, pero resultó ser una jornada cargada de acusaciones cruzadas entre los referentes del oficialismo por la agenda de fin de año. El ministro de Hacienda Martín Guzmán, asistió a los palcos para ver como sancionaban el presupuesto con la misión del FMI en Argentina, pero no pudo ser.
Un insólito error en la falta de planillas obligó a los senadores a devolver el proyecto a Diputados, después que el Senado así lo dispusiera con 45 votos a favor, 2 negativos y 23 abstenciones, suficiente para alcanzar los dos tercios y obligar a Diputados a ratificar esa versión. Insistir con la ley sin las planillas, si estuviera en la cabeza de alguien sólo sería posible con una mayoría especial, que requiere de la ayuda de Cambiemos.
Cristina lo aclaró cuando llamó a votar y lo llamativo es que para llegar a los dos tercios ayudaron los senadores radicales de Jujuy y Corrientes (Silvia Giacoppo y Mario Fiad; y Néstor Braillard Pocard), cercanos a los gobernadores Gerardo Morales y Gustavo Valdes, que también habían apoyado con sus diputados.
Hubo más curiosidades: al anochecer, irrumpió en el salón de pasos perdidos el senador Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina, y criticó la concentración de recursos a la Ciudad en el presupuesto enviado por Alberto.
«Es un avance importante en cuanto a la federalización de los recursos, pero dista mucho de ser un presupuesto federal.
En salarios, el 63% se lo lleva la Ciudad, que tiene el 6,6% de la población y se gasta el 30% del Presupuesto Nacional», denunció y sumó a la cuenta gastos en capital y jubilaciones.
Argumentos similares a los que utilizó para defender la quita de coparticipación a la Ciudad, aprobada en el Senado y nunca tratada en Diputados.
Así las cosas, el debate en el recinto quedó teñido por la certeza de que no habría ley en la noche, como se esperaba. El presupuesto estima un déficit fiscal de 4.5% para 2021, que escala a 6% con los intereses de deuda, la partida que más descendió respecto a los años anteriores por la reestructuración con los bonistas extranjeros.
El valor del dólar se espera en 102.4 en 2021, 124 en 2022 y 146 en 2023. O sea, ni siquiera en dos años alcanzará los valores en los que se comercia en el mercado paralelo por estos días. Pero la gran estrella del proyecto es la duplicación de la inversión en obra pública hasta 2.2 del PIB, que es el mismo porcentaje que se ahorrará Guzmán por su negociación en Wall Street.
Diputados sumó gastos e ingresos durante su debate en comisiones, en diálogo con los gobernadores, que no esperaban tener que chequear que no se olvidaran de sumar las planillas. Fuentes del Congreso con experiencia en la Comisión de Presupuesto explicaron que lo habitual es que haya un asesor full time chequeando con Hacienda esos anexos, pero al parecer este año no fue el caso.
Los gobernadores consiguieron una zona franca en las provincias de frontera, créditos para cooperativas eléctricas y una suba de 13 a 20 mil millones de pesos en los subsidios al transporte del interior, lejos de los 66 mil millones que tendrá el área metropolitana, insuficiente para la mayoría.
«Se agregaron 400.000 millones de pesos de gastos sin decir de dónde salen. Lo único que dicen es que el jefe de Gabinete reasignará partidas, entonces lo que sancionamos es que le estamos pidiendo al jefe de Gabinete es que haga una tarea de magia, que genere 400.000 millones de pesos reasignando partidas», ironizó Lousteau.
En realidad, el presupuesto sí contempla nuevas fuentes de ingresos aunque algunas con destino específico como el gravamen al juego online, que irá en un 5% a Arsat y en un 95% a la coparticipación a las provincias.
También hay un impuesto a los productos electrónicos y un 0,5% sobre seguros del automotor, que recaudará la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT).
El presupuesto fue defendido por Carlos Caserio, presidente de la Comisión a cargo. Lo calificó como «prudente», pero prometió que en 2021 «habrá un importante aumento de la recaudación. Está estimado para el primer semestre un 48%. Si bien el déficit rondará el 6%, producto de la caída de este año, lo vamos a ir achicando».
Lousteau y Esteban Bullrich, del PRO, advirtieron sobre un posible incremento de la inflación por encima del 29%, que obligará a una mayor emisión a distribuir en forma discrecional. «Falta el diálogo, faltan distintas visiones, el Gobierno se está encerrando y quiere resolver los problemas en soledad», reclamó el macrista.
El jefe de la oposición Luis Naidenoff pidió «por los casi 9 millones de argentinos a partir de diciembre van a dejar de percibir el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia). Son la variable de ajuste». Muchos senadores de Cambiemos se abstuvieron pero votaron a favor en algunos artículos con beneficios a sus provincias, motivo de queja del jefe oficialista José Mayans. «¿Dónde se vio? ¡Es vergonzoso!», protestó.
«Nos dejaron prácticamente el país en un desastre económico total, por eso la declaración de emergencia, y por eso entramos sin Presupuesto, porque no teníamos un camino cierto. Este gobierno no viene a mentir con el déficit. Una vez que tengamos la vacuna va a haber un efecto rebote; va a estar la economía a pleno funcionando. Estamos votando la esperanza», cerró Mayans.