Los diputados cercanos a los gobernadores presentaron este viernes un proyecto de ley que propone suspender las elecciones primarias el año próximo, como anunciaron en su último encuentro con Alberto Fernández y encontraron resisencia nada menos que en el jefe del oficialismo de la cámara baja, Máximo Kirchner.
Lejos rendirse, los mandatarios instruyeron a sus representantes a redactar la iniciativa y así lo hicieron el tucumano Pablo Yedlin, su autor; su coterráneo Mario Leito, el pampeano Ariel Rauschenberger; los misioneros Diego Sartori, Flavia Morales y Ricardo Wellbach; el chaqueño Aldo Leiva, la neuquina Alma Sapag, el sanjuanino Walberto Allende y la jujeña Carolina Moises.
El proyecto fue presentado en mesa de entradas y espera un giro en comisión, pero según Cecilia Moreau, vice de la bancada, este año no se tratará, aun cuando el presidente prorrogó las sesiones ordinarias y el Congreso puede funcionar con el temario que prefiera.
No ocurrirá lo mismo en enero y febrero: durante ese plazo Alberto llamó a sesiones «extraordinarias» con un temario acotado a 25 proyectos y si quisiera agregar alguno debería ampliarlas.
Alcanza con un simple decreto, pero significaría tomar una postura que por ahora prefiere demorar. Los tiempos urgen, porque ni bien empiecen a cumplirse los plazos del cronograma electoral no podrá interrumpirse.
Este viernes Santiago Cafiero dijo que si los partidos provinciales están de acuerdo habrá una mayoría en el Congreso. Si bien los cálculos son correctos, no parece posible que el proyecto se trate si el jefe del oficialismo no quiere y su bloque se divide.
Las primarias de 2019 costaron 3000 millones de pesos y para los gobernadores ese dinero sería clave para sumar en lo sanitario. Máximo Kirchner no quiere tratar el tema este año y desde enero sólo será posible si lo pide Alberto.
Los respaldos de las provincias no peronistas ya ocurrieron. Respaldó una suspensión de las primarias el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, que tiene cuatro diputados; y la rionegrina Arabella Carreras, que cuenta en la Cámara baja con Luis Di Giácomo, quien hace un mes quiso apurar un proyecto para suspender las primarias en plena sesión. Chocó con la resistencia del jefe de Cambiemos, Mario Negri.
El giro del proyecto a comisiones lo define Sergio Massa y si los presidentes de las que resulten elegidas lo cajonean no hay como destrabarlo, porque sería necesario dos tercios para llevarlo al recinto, imposible sin el respaldo mayoritario de Cambiemos.
Responden sin fisuras a Máximo los titulares de Justicia (Rodolfo Tailhade), Asuntos Constitucionales (Pablo González) y Presupuesto (Carlos Heller), tres que podrían tener incidencia. También podría participar Legislación General, que preside Moreau.
Si bien los gobernadores radicales Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy) firmaron el documento junto a sus colegas para reducir el calendario electoral, pero entre ambos no reúnen ni 10 de los 116 diputados de su bloque. Se supone que antes de llegar a esa tensión, Máximo y los gobernadores encontrarán un punto de acuerdo que por ahora no aparece. Uno de los conflicto si avanzara la idea es que la provincia de Buenos Aires tiene primarias locales simultáneas a la nacionales y sería imposible que pudiera realizar sin logística propia.
El proyecto propone suspender por un sólo año las elecciones primarias y establece que deja «solo y automáticamente proclamados para competir «a los precandidatos de la única lista que cada agrupación política presente para ser oficializada». Si bien deja habilitadas las primarias para cargos ejecutivos en 2023, en caso de no hacerse el año que viene no será fácil impedir el debate sobre qué tan necesaria son.
Los considerando aclaran que la medida es excepcional y producto de la pandemia. «Más allá de cuestionamientos previos a las PASO, que tienen que ver con los tiempos de transición que genera y la inestabilidad que esto conlleva, o aquellos dirigidos al hecho de que en la práctica no cumplen con la democratización interna de los partidos políticos, es necesario plantearnos si su realización conviene o no por las circunstancias totalmente excepcionales que se viven», aclaran.
«En el contexto de pandemia, los gastos públicos han aumentado considerablemente. Paralelamente se desarrolla una profunda caída general en la actividad económica, lo que se refleja en los principales indicadores financieros», agregan.
Y destacan que en 2019 las primarias costaron más de $3000 millones. «Una suma de esa magnitud sería clave para sumar en lo sanitario, y esto sin tener en cuenta la actualización de dicho monto», concluyen los diputados.
Recordemos que días atrás los gobernadores peronistas de Chaco, Jorge Capitanich, y La Rioja, Ricardo Quintela, anticiparon que esta semana se iba a enviar el proyecto al Congreso para suspender por única vez las primarias para ahorrar recursos en medio de la crisis y la pandemia, iniciativa impulsada por mandatarios provinciales, la mayoría del oficialismo.
No obstante existe una pugna dentro del Frente de Todos por este proyecto, ya que el kirchnerismo mira con desconfianza la iniciativa de los gobernadores y, de hecho, días atrás la diputada Cecilia Moreau -cercana a Sergio Massa pero de buena relación también con Máximo Kirchner- avisó que su tratamiento no figura en agenda.
Uno de los argumentos que esgrimen en La Cámpora es que suspender las PASO requiere de “mucho consenso” con la oposición y que además no darían los tiempos para aprobar el tema y que no se puede tratar el año que viene, porque se junta con el cronograma electoral.
En el marco de esa interna del peronismo y del Frente de Todos, los gobernadores buscan suspender las PASO para que el kirchnerismo no les imponga listas internas, sobre todo en las legislaturas provinciales y los concejos deliberantes.
Habiendo PASO, La Cámpora puede pelearles a los gobernadores e intendentes las listas o al menos repetir lo que hicieron en 2019: pedir lugares altos en una lista de consenso, a cambio de no competirles en las primarias.