La segunda ola de CODVID-19 en Brasil, en pleno auge, se revela más contagiosa y más mortífera: los datos indican un aumento de 35% en los fallecimientos, en relación a la semana anterior.
Hoy superó las 180 mil muertes y hay más de 7 millones de brasileños contagiados, 21 estados brasileños y la capital Brasilia, muestran una notoria elevación de número de infectados y defunciones.
En el estado de San Pablo hay alarma. El coordinador del Centro de Contingencias del Coronavirus, José Medina, reveló que Brasil retornó a los 40 mil casos diarios de contaminación en apenas un mes, entre noviembre y diciembre.
“En marzo, el primer pico tardó tres meses” en llegar a esta cifra. A su juicio, eso revela la celeridad que adquirió nuevamente la pandemia, que coloca esta segunda fase en situación más dramática que la inicial: las proyecciones indican que, para Navidad, el número de infectados por día podrá llegar a los 20 mil en el territorio paulista.
Para frenar el avance epidémico, sólo se ve como alternativa la vacuna: el gobernador Joao Doria informó que ayer comenzó la producción de la Coronavac en el instituto Butantan.
El inmunizante fue desarrollado por un acuerdo con el laboratorio Sinovac, de China. Y la planta, localizada en la capital paulistana, funcionará 24 horas, todos los días. El plan es alcanzar el procesamiento diario de un millón de dosis.
En esta etapa, la fabricación local incluirá envasado y rótulo; con importación de la materia prima procedente del laboratorio chino; pero se estima que, hacia mediados del próximo año, la producción será íntegramente brasileña.
Para frenar el avance epidémico, sólo se ve como alternativa la vacuna Frente a ese panorama poco alentador, se sumó esta semana la sombra de la reinfección. El ministerio de Salud informó de un caso comprobado. Se trata de una médica de 37 años que vive en Natal (Río Grande del Norte) y para determinar el segundo contagio los especialistas utilizaron un método de secuenciación genética diseñado por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
Descubrieron que la médica fue afectada por dos linajes diferentes de coronavirus. Otros 58 casos sospechosos están en estudio. El presidente Jair Bolsonaro declaró, este jueves, en un acto en Río Grande del Sur que “la pandemia ya llegó a su finalcito”.
Sus palabras generaron mucho ruido, porque confrontan con una realidad que indicaría lo contrario. Ocurre que entre tanto el gobierno demora en definir un plan nacional de vacunación. De modo que cada estado provincial se hace cargo del propio. Y no sólo San Pablo. Hay otros once que ya negocian un acuerdo con el Butantan para recibir la Coronavac.
El director de ese instituto, Dimas Covas, volvió a ofrecer el inmunizante al ministro de Salud federal Eduardo Pazuello. “Si el ministerio formaliza su interés, las dosis serán puestas a su disposición para ser implementada por el Programa Nacional de Inmunización”.
La Corte Suprema informó que se apresta a intervenir ante cualquier dificultad, por retrasos de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria en la aprobación de emergencia de los distintos inmunizantes. Los jueces del Supremo Tribunal Federal avisaron que hay una fuerte convicción entre ellos para obligar, llegado el caso, al Poder Ejecutivo a proveer las vacunas.
El STF se reunirá el jueves 17 para decidir qué acciones adoptar si el gobierno de Bolsonaro no hubiera, aún, presentado un plan de vacunación.
Una ley sancionada en febrero último (la 13.979), y modificada parcialmente en marzo, obliga a Anvisa a manifestarse, en un plazo de 72 horas, sobre la importación y distribución de cualquier material y equipamiento médico extranjeros, que cuenten ya con e registro de la autoridad sanitaria de los países de origen. Si Anvisa no cumple con ese mandato, se producirá automáticamente la autorización en Brasil.