Los diputados están furiosos con Sergio Massa porque sigue pisando el aumento de sus sueldos, que están congelados desde agosto del 2019. El presidente de la Cámara discutió con varios de ellos pero les avisó que por ahora seguirá sin actualizarlos.

El último aumento salarial a los diputados nacionales lo firmó Emilio Monzó meses antes del final de su gestión. El dirigente de Cambiemos había dejado firmada una suba para diciembre de 2019, pero Massa lo frenó como un gesto en medio del debate de la Ley de Emergencia Económica que implicó un fuerte ajuste.

Luego el congelamiento siguió por la pandemia y los reclamos sociales de un recorte del gasto político. Incluso Massa propuso un recorte del 40 por ciento de las dietas pero obviamente nadie lo respaldó.

La dieta (el básico) de los diputados está atada a las de los empleados de la Cámara, pero además reciben algunos ítems extras por representación y movilidad, entre otros. Actualmente un diputado cobra unos 160 mil pesos de bolsillo, aunque con los extras algunos llegan a los 200 mil pesos.

En una tensa reunión que se desarrolló esta semana varios diputados le pidieron a Massa que destrabe los aumentos y le remarcaron el retraso respecto a otras áreas del Estado. Le pusieron el ejemplo de Miguel Pichetto que como auditor supera los 600 mil pesos mensuales. También mencionaron que un síndico o los directores de empresas del Estado superan los 400 mil pesos.

Massa los escuchó pero este jueves resolvió que no va a haber aumentos salariales para los diputados y los asesores políticos. Si seguirán las paritarias con los empleados de la Cámara.

Durante 2020 Massa dispuso un recorte de 200 millones de pesos con los que formó un fondo para la lucha contra el coronavirus. Esos fondos fueron repartidos por cada bloque a instituciones que eligieron.

Pero además en la Cámara de Diputados hay un fondo de reserva con 1200 millones de pesos. Esto acrecienta la bronca de los legisladores porque sostienen que la plata para los aumentos está.