Tras el brote de coronavirus, River Plate había confirmado que se iba a presentar este miércoles a disputar el encuentro frente a Independiente Santa Fe, pero había solicitado poder incluir un nuevo arquero a la lista.
A última hora del lunes River elevó un pedido al área de competencias de la Conmebol para pedir por la sustitución de dos arqueros en la lista de buena fe de la Copa Libertadores ante la baja de sus cuatro especialistas, todos contagiados de coronavirus.
Pero a la situación ya de por sí insólitamente difícil que vive el equipo de Marcelo Gallardo, por la que sólo le quedan 10 jugadores sanos para jugar este miércoles contra Santa Fe en el Monumental, este martes se le agregó otra: la Confederación le bajó el pulgar al requerimiento que salió anoche de Núñez, por lo que ante los colombianos sí o sí deberá atajar un futbolista de campo, algo que no sucedió jamás en la historia del profesionalismo en el CARP.
Después de la cumbre que tuvieron el lunes D’Onofrio, Brito, Francescoli y los abogados del club con el resto de la cúpula directiva conectada por vía remota, River presentó una nota en la que “ajustándose al reglamento -dada la particularidad del puesto y conforme a lo establecido en cuanto a la sustitución por lesión en cualquier momento de la competencia- River Plate ha elevado al área de competencias de CONMEBOL una nota solicitando la sustitución por Alan Leonardo Díaz y Agustín Gómez en la lista de buena fe”.
El punto de la regla que tomó como referencia el cuerpo de legales del club fue el apartado “sustitución del arquero” del artículo 3.7.5.12, que explica que “se podrá permitir la sustitución de un arquero lesionado durante cualquier etapa de la disputa del torneo, una vez que la gravedad de la lesión haya sido comprobada y certificada por la Comisión Médica de la CONMEBOL”.
Por eso pidió por el cambio (que debía ser permanente por lo que quedara de competencia) de Alan Díaz – figura en el clásico del domingo – y Agustín Gómez – estuvo en el banco – por Franco Petroli y Germán Lux.