os mercados laborales en los países desarrollados han recuperado solo la mitad de la pérdida de empleos que experimentaron durante la pandemia, siendo los más afectados los trabajadores jóvenes y los menos calificados.
Esa es la conclusión de un estudio de 400 páginas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reveló que alrededor de 22 millones de puestos de trabajo desaparecieron hasta fines de 2020 en las naciones industrializadas. La institución con sede en París señaló que una recuperación completa para llegar a los niveles de empleo previos a la pandemia no se logrará hasta fines del próximo año.
Los hallazgos indican que la crisis del coronavirus aceleró una serie de tendencias que comenzaron durante la década más reciente, incluida una creciente desigualdad de ingresos, un cambio hacia trabajos más exigentes desde el punto de vista técnico y menos oportunidades seguras de empleo para trabajadores menos calificados.
“No abordar la desigualdad y la exclusión ahora probablemente no solo resultará en divisiones sociales más profundas, sino que tendrá repercusiones negativas para la productividad y la recuperación económica”, dijo Stefano Scarpetta, director de empleo, trabajo y asuntos sociales de la OCDE.
La OCDE reveló una “rápida acumulación” de desempleo a largo plazo, ya que cada ola de restricciones por la pandemia hace cada vez más difícil para las personas encontrar su camino de regreso a la fuerza laboral.
“Podría haber un desajuste cada vez mayor entre las habilidades y la competencia de los trabajadores que han perdido sus empleos y, de hecho, las habilidades que se exigen en los trabajos que se están creando”, dijo Scarpetta en una conferencia de prensa.
Aquellos con trabajos en el sector de hostelería y servicios que se vieron obligados a cerrar durante meses sufrieron mayores niveles de desempleo y niveles más bajos de capacitación que aquellos con trabajos profesionales que se podían realizar desde casa. El empleo creció en sectores como las finanzas y los seguros incluso en el punto álgido de la pandemia, mientras que las ocupaciones con salarios más bajos tuvieron una reducción de más de 28% en las horas trabajadas.
El estudio advirtió sobre un aumento “particularmente preocupante” de la inactividad entre los jóvenes en la mayoría de los países y pidió a los Gobiernos que impulsen la formación para volver a capacitar a los trabajadores.
“En última instancia, tenemos que entrar en una situación en la que la economía pueda ajustarse, donde podamos identificar aquellas empresas que tienen un futuro realmente viable y en crecimiento”, dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
La OCDE también informó que, durante la pandemia, se perdieron aproximadamente 114 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Todavía hay sobre 8 millones de personas más desempleadas que antes de la crisis, y al menos 14 millones más de personas clasificadas como inactivas en el mercado laboral en el área de la OCDE.
En tanto, el crecimiento del teletrabajo a largo plazo podría exacerbar las desigualdades en las condiciones laborales. La entidad sugirió mejorar la capacitación, la inversión y la regulación para expandir las habilidades técnicas entre las ocupaciones peor remuneradas.
Finalmente, la OCDE señaló que el tiempo dedicado al esparcimiento en los países de la OCDE ha disminuido desde mediados de la década de 1990 en la mayoría de los países, y los datos sugieren que el aumento de la productividad no ha generado más tiempo libre.