Cristina Kirchner fue sometida esta mañana a una intervención quirúrgica programada que le impedirá participar en el tramo final de la campaña del Frente de Todos para las elecciones del 14 de noviembre.
La vicepresidenta fue sometida a una histerectomía, «se encuentra en un buen estado de salud» y «cursa un post operatorio normal», según el parte médico difundido por el Sanatorio Otamendi.
De acuerdo a lo que trascendió desde su entorno, se espera que Cristina quede internada con una recuperación que puede extenderse de 48 horas a cinco días. Tras eso, deberá permanecer en reposo domiciliario por unas tres semanas.
Esto implica que Cristina no estará en el acto de cierre de campaña del FDT el próximo sábado en Merlo y tampoco en la semana previa a las elecciones, donde suele acelerarse la actividad política y proselitista.
Asimismo, por esta cirugía programada la vicepresidenta no estará activa durante los días posteriores a las elecciones, donde se vaticinan fuertes movimientos políticos en el gobierno.
La internación de Cristina generó cierta polémica porque no hubo ninguna información de carácter oficial hasta que se conoció el parte médico del Otamendi. «La política de este Gobierno es que las informaciones sobre temas médicos se dan a través de partes médicos», respondió la portavoz Gabriela Cerruti.
La vocera oficial contó que Cristina «se comunicó anoche con el presidente Alberto Fernández para hablar de esta situación y por supuesto el Presidente le transmitió su afecto, su deseo de pronta recuperación y su disposición para estar allí para todo lo que ella necesite».
La histerectomía es una intervención mediante la cual se extrae el útero y en algunas ocasiones también los ovarios y las trompas de falopio. Algunas de las causas que motivan este tipo de prácticas quirúrgicas son la presencia de fibromas, engrosamientos del endometrio, endometriosis, dolores crónicos en cadera o pelvis, o el hallazgo de tejidos malignos.
El pasado 2 de octubre Cristina había visitado el Sanatorio Otamendi como parte de un chequeo programado, y completó unos análisis «habituales», informaron sus allegados en aquel momento.