Un informe clasificado entregado ahora para su publicación mencionó casos de personas que protagonizaron avistamientos o encuentros cercanos y sufrieron posteriormente «quemaduras por radiación», «parálisis» e incluso «daño cerebral». Reportaron, además, 5 casos de abusos sexuales alienígenas.
Los funcionarios de Defensa e Inteligencia estadounidense reconocieron tener evidencia de que los avistamientos de OVNIs (Objetos Voladores No Identificados) dejan importantes y graves secuelas en la salud de los seres humanos.
Un informe clasificado del Pentágono de hace 10 años y entregado ahora para su publicación al diario británico The Sun mencionó informes de personas que protagonizaron avistamientos de ovnis o encuentros cercanos sufrieron posteriormente «quemaduras por radiación», «parálisis» e incluso «daño cerebral».
En este sentido, los altos funcionarios reconocieron que los ovnis son «de procedencia desconocida» y «pueden ser una amenaza para los intereses de los Estados Unidos«.
El informe clasifica diferentes tipos de encuentros con objetos no identificados (incluidos los avistamientos de «fantasmas», «yetis» o «espíritus» y otros) que resultan en lesiones, muerte e incluso «curación permanente» de alguna enfermedad.
El Pentágono también incluyó en su informe, publicado en parte por The Sun, una lista de los sucesos relacionados con avistamientos, compilada en 1996 por la organización privada Mutual UFO Network con datos obtenidos entre 1873 y 1994.
Entre los efectos se encuentran: abducciones aparentes (129 casos informados), efectos electromagnéticos en vehículos (77), pérdida de tiempo percibida (75), quemaduras (41), descargas eléctricas (23), impactos de campos de fuerza (18) y encuentros sexuales ( 5).
El estudio de 1.500 páginas se titula «Efectos de campo agudos y subagudos anómalos en tejidos humanos y biológicos» y está fechado el 11 de marzo de 2010.
El informe fue creado por el Programa de Identificación de Amenazas de Aviación Avanzada (AATIP) recopiló los informes de 42 casos de efectos adversos, sacados de archivos médicos, y 300 de casos «no publicados».
«Existe información clasificada que es muy pertinente para el tema de este estudio y solo se ha publicado una pequeña parte de la documentación clasificada», afirma el documento.
Agrega que «se han informado con precisión suficientes incidentes/accidentes y se han adquirido datos médicos para respaldar la hipótesis de que algunos sistemas avanzados ya están desplegados y son opacos para la comprensión total de los Estados Unidos», dice el informe.
El informe muestra hasta qué punto el gobierno de EEUU se toma en serio la investigación de los ovnis, llegando incluso a calificar diferentes tipos de encuentros con diferentes calificaciones.
Los «comportamientos anómalos», como luces y explosiones, se clasifican como AN1, y no tienen efectos físicos duraderos. Los AN3 vienen con «entidades asociadas» como «fantasmas, yetis, espíritus, elfos y otras entidades míticas/legendarias», mientras se clasifica como AN5 a aquellos que incluyen informes de lesiones y muerte.
De manera similar, los encuentros cercanos, o CE, se dividen entre CE1, en los que un OVNI se acerca a 150 metros de un testigo, CE2, en los que un encuentro cercano deja huellas de aterrizaje o lesiones en el testigo, y CE4, en los que el testigo es secuestrado o abducido.
Mientras tanto se califican como CE5 los encuentros cercanos que resultan en lesiones psicológicas permanentes o la muerte del testigo.
Los fenómenos inexplicables continúan desconcertando a los funcionarios estadounidenses que realmente no pueden explicar de dónde vienen.