Jorge Milton Capitanich participó de la entrega del Doctorado Honoris Causa que la Uncaus entregó al expresidente Eduardo Duhalde, acto que se desarrolló en el Aula Magna de esa casa de Altos Estudios.

La ponencia de Duhalde para recibir la máxima distinción académica se tituló «Unidad nacional«. Pero antes de la palabra del protagonista de la tarde, fue el gobernador chaqueño el que brindó un discurso también en el mismo sentido de «unidad». Cabe destacar que Capitanich fue jefe de Gabinete de la Nación durante parte de la presidencia de Duhalde, entre el 3 de enero y 3 de mayo del 2002.

En ese marco, Capitanich marcó que en Argentina «no tenemos una regla fiscal que tienda al equilibrio, una regla monetaria que tienda a la estabilidad ni una regla cambiaria que tienda a la competitividad. Eso ha generado una dificultad«. A eso agregó que «no tenemos una política industrial para la generación de valor agregado en nuestras cadenas de valor, no tenemos la capacidad de generar empleos de buena calidad por insuficiencia en el capital que debe sostener toda inversión y tenemos un problema serio de inequidad distributiva».

En ese contexto, señaló que desde la recuperación de la democracia en 1983 «logramos estabilidad política, procesamos los conflictos, pero no pudimos garantizar estabilidad macroeconómica ni tampoco hemos podido resolver las asimetrías de la distribución del ingreso tanto espacial como intertemporal ni tampoco en materia funcional«.

«Esto tiene una sola explicación«, dijo Capitanich y aseguró: «Las posiciones irreductibles «. Apuntó que «las confrontaciones, las posiciones irreductibles, las asechanzas del país, tienen que ver con 212 años de historia de desencuentros«.

Así las cosas, planteó que «si nosotros no somos capaces de transformar las posiciones irreductibles en un amplio nivel de consenso a los efectos de garantizar gobernabilidad para entre todos lograr la transformación que el país necesita, seguiremos transitando un sendero de conflictos interminables«, lanzando el primer llamado a un pacto.

«Argentina puede llegar entre el 2030 y 2040 a 200 millones de toneladas granarias, Argentina puede garantizar minerales, combustible, satélites, radares, biotecnología moderna. Argentina tiene lo que el mundo necesita y podemos hacer una gran contribución», destacó, pero manifestó que «para eso necesitamos hacer una enorme gesta disruptiva desde el punto de vista político «.

Sobre eso esbozó una serie de reformas: «Por qué no pensar en fórmulas conjuntas a los partidos políticos, un período uno y otro período otro ; por qué no pensar en una Jefatura de Gabinete que se abra para un gobierno fuerte de coalición ; por qué no pensar en un gran acuerdo político que nos permita transitar un sendero de recuperación, de crecimiento sostenido y después la competencia política que el sistema impone a veces de una manera falsa «.

«La presidencia de Duhalde fue en un momento de gran pacto político nacional«, recordó el chaqueño sobre el mandato que llegó luego de la crisis de cinco presidentes en 11 días. Tras contar una anécdota de aquellos tiempos, Capitanich cerró diciendo: «No dejemos que las circunstancias de crisis corroan nuestra esperanza y nuestra expectativa«.

Lo planteado por Capitanich va en sintonía con lo expresado por la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner este mismo viernes, horas antes, en un acto en El Calafate. Allí CFK también manifestó la necesidad de un acuerdo nacional porque «así el año que viene gane Mandrake el mago, no va a tener solución este problema de Argentina que lo constituye la economía bimonetaria. Si no abordamos esto no hay solución«.

«Es hora de que nadie se sienta dueño de la verdad ni que tiene la vaca atada«, añadió y afirmó que «la Patria, el país, merece una discusión en serio de los problemas que tenemos los argentinos en un mundo donde todo tiende a agravarse «, insisitó la vicepresidente y agregó que «ni yo voy a renunciar a mis ideas, a mis historias, a lo que creo, ni tampoco le voy a pedir a nadie que renuncia a la de ellos, pero tenemos que encontrar un punto de coincidencia en común porque si no no va a haber Argentina para nadie«.

«Debemos autoconvocarnos, no como se autoconvocan otros como violencia, sino autoconvocarnos para una Argentina en paz que presupone una Argentina con paz social«, cerró Cristina Fernández de Kirchner.