Sergio Massa cerró un dólar soja a 200 pesos a cambio de que las cerealeras liquiden 5000 millones de dólares, en la medida más importante desde que asumió como ministro de Economía.
Las negociaciones que se habían caído diez días atrás llegaron a buen puerto y el acuerdo se firmó por escrito. Massa le ganó la pulseada con las cerealeras que pedían que el dólar fuera a 210 pesos.
Con esta medida, que había prometido en su primera conferencia de prensa como ministro, Massa sumará reservas al Banco Central y viaja a la reunión con el FMI en Washington, despejando el principal interrogante que arrastraba en su mes de gestión: como iba a hacer para reforzar las reservas del Banco Central, que están negativas.
Massa espera anunciar el martes próximo desde Washington que se destraban los 800 millones de dólares de créditos del BID que trabó el halcón republicano Mauricio Claver-Carone, harto de los intentos de Alberto Fernández y Gustavo Beliz por destituirlo.
En ese viaje, espera destrabar el préstamo de 800 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se había empantanado por las disputas de Alberto Fernández y el ahora ex funcionario Gustavo Béliz con el titular de esa entidad, el norteamericano Mauricio Claver-Carone. El anuncio sería el martes.
En Juntos por el Cambio había preocupación porque Massa terminara cerrando el acuerdo con las cerealeras, ya que esta entrada de dólares le permitirá llegar al año que viene en un contexto de más tranquilidad de la que se esperaba.
Antes de asumir trascendió que Massa asumía el cargo con un plan de dos etapas: una de coyuntura que apuntaba a reforzar reservas, para luego encarar una devaluación «controlada» que le permita ir cerrando la brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros o libres, hoy el principal problema de la macroeconomía junto con la inflación. Hasta ahora la suma de reservas se le hizo cuesta arriba, acaso complicada también por el dólar regalado a valor oficial al que acceden algunos privilegiados.
Como afirmó la semana pasada el economista que asesora a la oposición, Carlos Melconian, el ministro de Economía en el mes que lleva en el cargo resolvió la mayor parte de los problemas «en pesos» que tenía la economía: ajustó el gasto lo que llevó a reducir la inflación y reestructuró la deuda en pesos que bajo la gestión de Martín Guzmán se había convertido en una dramática bomba de tiempo.
«Pero falta la parte en dólares, seguimos esperando los 5.000 millones que prometió», dijo Melconian. Si las cerealeras cumplen con el compromiso firmado, Massa habrá dado el primer paso para abordar ese capítulo.
