PRONÓSTICO EXTENDIDO

Dos genetistas galardonadas con el Premio Nobel de Química

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El Premio Nobel de Química galardonó este miércoles a la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, por sus investigaciones sobre las «tijeras moleculares», capaces de modificar los genes humanos, un descubrimiento «revolucionario».

Para la Academia, las investigadoras lograron reescribir el «código de la vida» y avanzar con «el desarrollo de un método para la edición del genoma».

El galardón quiere recompensar «el desarrollo de un método de edición de genes» que «contribuye a desarrollar nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias», subrayó el jurado en Estocolmo.

Las premiadas descubrieron una de las herramientas «más afiladas de la tecnología genética»: las tijeras genéticas CRISPR-Cas9. Con ellas, los investigadores pueden cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con extremada precisión.

Las ganadoras 

Charpentier (Juvisy-sur-Orge, Francia, 1968), es bioquímica y microbióloga especializada en virus y una de las investigadoras más innovadoras en el ámbito de la terapia genética que en 2002 estableció su propio grupo de trabajo y que ha estado vinculada a distintas universidades de Austria y Alemania.

Doudna (Washington D.C., 1964), doctorada en Química Biológica y Farmacología Molecular en Harvard, es profesora en la Universidad de California en Berkeley, donde también dirige la División de Bioquímica, Biofísica y Biología Estructural.

Las dos bioquímicas habían sido galardonadas en 2015 con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015 por desarrollar «una tecnología que permite editar genomas de manera sencilla y precisa, y manipular el ADN de plantas, animales y humanos», destacó entonces la institución española.

Las tijeras genéticas

Las tijeras genéticas CRISPR- Cas9 «han revolucionado las ciencias de la vida molecular, han brindado nuevas oportunidades para el fitomejoramiento, están contribuyendo a terapias innovadoras contra el cáncer y pueden hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias «, remarcó la academia sueca.

Charpentier y Doudna investigaron el sistema inmunológico de una bacteria Streptococcus y «descubrieron una herramienta molecular que se puede utilizar para hacer incisiones precisas en el material genético, lo que permite cambiar fácilmente el código de la vida».